"España es referente mundial en turismo reproductivo por el número de tratamientos y las altas tasas de éxito"

La media de las mujeres de Reino Unido que vienen a España a someterse a un tratamiento supera los 40 años.
La media de las mujeres de Reino Unido que vienen a España a someterse a un tratamiento supera los 40 años.
Cortesía Equipo Juana Crespo.
La media de las mujeres de Reino Unido que vienen a España a someterse a un tratamiento supera los 40 años.

El llamado ‘turismo de salud’ es un servicio cada vez más demandado en el mundo entero y, según los expertos, España reúne unas condiciones óptimas para convertirse en un país de referencia. En la actualidad, los tratamientos de fertilidad y reproducción asistida son los servicios más demandados entre los turistas sanitarios procedentes de Reino Unido, Italia, Francia y Portugal.

Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), cerca de 13.000 mujeres procedentes de otros países se realizaron un tratamiento de fertilidad en España, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza en turismo reproductivo.

Una de las principales razones por las que España es un país tan demandado por mujeres de otros países de Europa para realizarse un tratamiento está en la legislación ya que, más de la mitad de los países europeos prohíbe los tratamientos de reproducción asistida (RA) a parejas de mujeres y, casi un tercio no incluye la maternidad en solitario, como pueden ser países como Francia o Italia.

Además, el prestigio de los especialistas, el porcentaje de éxito de los resultados y contar con un organismo fiable como la SEF son otros motivos por los que España se perfila como un país puntero y seguro para el turismo reproductivo.

Las razones que explican que España esté a la cabeza en esta especialidad respecto a otros países desarrollados de nuestro entorno nos las explica Darya Dudenko, doctora con Summa Cum Laude en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia y actualmente integrante del prestigioso Equipo Juana Crespo: “En general, España es líder en sanidad por los altos estándares de calidad asistencial. La formación de los profesionales sanitarios, y en este caso centrándome en médicos especialistas por mi dedicación y entorno, llevamos una preparación muy exigente desde el inicio de la carrera de medicina hasta obtener la especialidad”, explica.

“Somos referencia internacional en el área de reproducción asistida no solo por el número de tratamientos y las altas tasas de éxito, sino también porque España encabeza otras áreas tan importantes como la investigación y docencia. Los casos de mayor complejidad aumentan y con ello la capacidad de profundizar en su estudio y de resolución. A más problemas, más soluciones”, añade esta ginecóloga que anteriormente ha trabajado en importantes clínicas y hospitales privados como IVI London o el St. George’s Hospital de Londres.

Los tratamientos de reproducción asistida que se realizan en España ofrecen, además, unas altas tasas de éxito auditadas y certificadas por un organismo oficial e independiente que es la SEF (Sociedad Española de Fertilidad).

“Otras ventajas son la gastronomía, el clima, la seguridad y la estabilidad política que ofrece España frente a otros países de europeos. El turista sanitario, no solo el de reproducción asistida, ve que España ofrece infraestructuras y garantías para poderse realizar casi cualquier especialidad médica”, añade la especialista en fertilidad.

Ovodonación y ROPA

Las demandas de las parejas o mujeres que de forma individual vienen a España para someterse a un tratamiento de fertilidad varían dependiendo de su país de origen. “Las parejas británicas vienen principalmente por tratamientos de ovodonación, es decir, una fecundación in vitro en la que el óvulo es aportado por otra mujer mucho más joven y sana. En el Reino Unido, la lista de espera para un tratamiento de ovodonación es muy larga, incluso en las clínicas privadas ya que hay una escasez de donantes” explica Dudenko.

A pesar de contar con una legislación bastante avanzada en técnicas de reproducción asistida, Reino Unido es uno de los principales países demandantes de servicios de fertilidad. “El paciente de UK es diferente. De entrada, su estilo de vida es menos saludable. Predomina un elevado consumo de comida basura, alimentos ultraprocesados y exceso de alcohol, llevando a las tasas de obesidad más altas de Europa. El impacto negativo del sobrepeso y obesidad en muchos de nuestros sistemas es bien conocido, incluyendo la funcionalidad del aparato reproductor”, señala la Dra. Dudenko. “Otros factores como menor cantidad de horas de luz solar, el burnout psicológico y físico impacta también la salud mental y refleja en la salud reproductiva”, añade.

Al igual que en España, el principal motivo de infertilidad es la edad en la mujer. La media de las mujeres de Reino Unido que vienen a España supera los 40 años, edad con la que muchas han de recurrir a la fecundación in vitro con óvulos de donantes.

Por su parte, los tratamientos más demandados por las mujeres francesas e italianas son los de maternidad en solitario o ROPA. “El ROPA o maternidad compartida consiste en que una de las mujeres de la pareja aporta el óvulo y, tras ser fecundado con semen de donante, se transfiere a la otra mama de la pareja. Es una bonita forma de compartir la maternidad”.

En cuanto a las cuestiones logísticas, al tratarse de mujeres que deben desplazarse desde otro país, muchas clínicas como la de Juana Crespo ofrecen la posibilidad de realizarse el tratamiento a distancia. “Desde la primera visita disponemos de un servicio de telemedicina que facilita mucho las cosas. Las pacientes pueden asistir a las consultas con su doctora de manera virtual, realizarse las pruebas necesarias en su ciudad y mandárnoslas por diferentes plataformas. Además, gracias a la sonda ecográfica remota que mandamos directamente al domicilio, las pacientes se pueden realizar ellas mismas los controles ecográficos cómodamente desde su casa y simultáneamente asistidas por su doctora”.

Con este tipo de tratamientos a distancia, la paciente solo ha de ir a la clínica a las visitas estrictamente necesarias, reduciendo muchísimo los desplazamientos. Para la doctora esto supone un gran ahorro en viajes y una mejor optimización del tiempo de las futuras madres. “Por ejemplo, en un tratamiento de FIV la paciente solo necesita venir en dos ocasiones a la clínica mientras que si fuese presencial necesitaría unas 8 visitas. En el tratamiento de ovodonación, solo se necesita una visita y se evita unas 5 visitas de la preparación endometrial”.

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