Después de ver los tres partidos que Zinedine Zidane ha dirigido al Real Madrid, me reafirmo en que lo único que ha traído al club y a la plantilla es tranquilidad. Esa es la verdad, y ya es mucho para como soplaban los vientos en esta temporada.

Puede que me vuelva a repetir, pero es que no puedo ni debo contarles ninguna milonga sobre la ¿mejoría? del Madrid. Con Zinedine Zidane estoy viendo los mismos defectos y las mismas pocas virtudes que vi con Julen Lopetegui o con el 'salvador' Santiago Solari, porque milagros no hace. Esta observación confirma que esta plantilla, tal y cómo está compuesta, ha dado todo lo que tenía que dar.

Y aunque a 'La Leyenda' Zidane le moleste lo de la limpieza del vestuario, quizás haya que decirlo de otra manera, pero que hay que sanearlo no hay duda. Los afines a la política del club me insisten que con dos o tres sería suficiente... ¡Venga hombre! Con el respeto que se merecen por aquello de las mismas Champions ganadas que el FC Barcelona en la última década, muchos no están para seguir vistiendo la camiseta del Real Madrid.

A estos jugadores ahora les van excusando porque dicen que no se juegan nada y que les falta intensidad por no tener objetivos que alcanzar, pero esa es otra falsedad que venden desde algunos despachos del Bernabéu buscando tranquilidad. LaLiga no deberían haberla dado por perdida en Mestalla después del empate del Barça en Villarreal, y menos sabiendo que el Atleti juega la próxima jornada en el Camp Nou. Esta plantilla vuelve a entregarle vergonzosamente el título al Barça o al Atlético de Madrid mucho antes de que acabe el campeonato.

LaLiga se le estaba haciendo muy larga al Madrid, y después de perder en Mestalla se le hará eterna, porque el conejo de la chistera que se sacó Florentino Pérez con Zidane calmó el ambiente. Pero el siguiente conejo en forma de estadio galáctico que Florentino Pérez se sacó esta semana, y por mucha grada fans que calme los pitos de salida frente al Eibar, el Bernabéu y los socios que vayan el sábado al partido protestarán el comportamiento de unos jugadores y de unos directivos que si bien se les aplaudió lo bueno, ahora les criticarán los errores, aunque se quieran escudar en 'La Leyenda' o en el 'Ovni Plateado' del 2023.