Querido Leo:

cómo sé que ayer tuviste un día complicado, voy a empezar reconociendo que eres el mejor futbolista del mundo. Los logros del FC Barcelona en los últimos años, que han sido muchísimos, son en gran medida gracias a ti. Vas a ser recordado como uno de los grandes de la historia, quién sabe si el que más, aún te queda mucha carrera por delante para aumentar tu leyenda.

Y ahora vamos con los peros. No, ser el mejor jugador del mundo no te da derecho a todo, un "solo jugaba al fútbol, confiaba en mi papá" no es suficiente para justificar una evasión fiscal de millones de euros, uno no puede despreocuparse absolutamente de sus asuntos, se llame Leo Messi, Xabi Alonso, Javier Mascherano o sea hija de un rey.

Tampoco vale con decir que no se sabe nada de contabilidad, algo que se ha convertido ya en recurso comodín entre los futbolistas, porque al resto de los mortales no nos valdría con una excusa tan manida.

Últimamente da la sensación de que, si eres futbolista, vale todo. No hay semana en que no salga un caso de evasión fiscal de un jugador. El castigo de Benzema por participar en un caso de extorsión ha sido (de momento) no jugar la Eurocopa, y él cree que es por racismo, no por su inconsciencia; y a Rubén Castro una parte de la afición del Betis le hizo una canción jaleándole después de ser acusado de agredir a su exnovia.

Y no, no vale todo. Es hora de que los futbolistas os deis cuenta de una vez. Da igual que seas el mejor del mundo.

Atentamente,

Raúl Rioja.