ELÍAS ISRAEL
OPINIÓN

Zapatazo en la mesa de Dembelé en el VAR de Tánger

El Barça conquista la Supercopa de España 2018.
El Barça conquista la Supercopa de España 2018.
EFE
El Barça conquista la Supercopa de España 2018.

No sé quién fue el cachondo mental que bautizó primero esta Supercopa como el 'Trofeo Rubiales', pero la apertura del fútbol español, con anuncios de cuscús y de la empresa postal marroquí, resultó cuanto menos llamativa y diferente. Desde que el Sevilla le hizo el gran favor de prestarle a Marchena durante la crisis mundialista, el presidente de la RFEF no ha hecho más que sacar de quicio a directivos y aficionados del conjunto hispalense. Siempre le quedará Obama.

El público local respondió en Tánger, donde no acostumbran a ver fútbol de altura. La posición de la cámara máster parecía atestiguarlo, pero al menos permitió hacerse una idea fidedigna de la pizarra de Machín, con su defensa de cinco como sello, sus carriles largos y su velocidad tras la recuperación de balón en campo contrario. Así llegó el gol de Sarabia. Esta final de la Supercopa pasará a la historia por la primera aplicación del VAR en una competición española. Se aplaude la justicia, pero no el grosero error del asistente de Del Cerro Grande. La corrección del mismo se agradece, pero las celebraciones interruptus deslucen también la fiesta del fútbol.

En el Barça, alguna buena noticia. La pinta de Arthur, al que se le atisba un gran potencial en el juego de posesión; la verticalidad de Jordi Alba, que pone un punto de morbo a la primera lista de Luis Enrique, en la que el asturiano anunció sorpresas. Por cierto, al único que le viene bien que Piqué deje la Selección es a Valverde. Para todo lo demás, Messi. Da igual si lleva menos tiempo de rodaje que el resto, porque nunca deja de ser el mejor. Son ya 33 los títulos del argentino con el Barça.

Tras la reanudación emergió la figura de Dembelé, que impuso su velocidad y su manejo de ambas piernas para crear problemas entre líneas. El francés se erigió en protagonista de la final, marcando un supergolazo, arrancando desde la banda izquierda y mostrando que tiene mucho más que la gambeta y el sprint. Más que un disparo fue un alegato personal. Dembelé dio un golpe en la mesa y su reivindicativo chutazo vale para evitar que se siga mercadeando con su nombre. en Ter Stegen enmendó su error parando el penalti postrero de Ben Yedder. El campeón de Liga y de Copa también ganó la Supercopa tangerina, la del estreno del VAR, la de la confirmación de Dembelé con un golazo de bandera.

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