Borja Terán Periodista
OPINIÓN

Rosalía: así descoloca tu área de confort cultural para seguir triunfando

Chicken Teriyaki
Chicken Teriyaki
Rosalía
Chicken Teriyaki

Las redes sociales despiertan los instintos inmediatos. Su manera acelerada de consumo anima a la opinión instantánea, efímera y extrema. Tuiteamos antes de pensar. Y este modus operandi puede provocar un peculiar efecto: lo que gusta mucho, después, puede agotar también mucho. La vida 'enredada' fomenta tal polarización que somos capaces de pasar de cuajo de la admiración a la decepción con los creadores más expuestos. Son las consecuencias negativas de la sociedad de disfrutar, retuitear y olvidar.

Ni siquiera Rosalía se libra de sufrir esta circunstancia. Porque en la manera de devorar la música nos envuelve un confort cultural del que nos cuesta escapar. Y quizá nos haga rechazar a la primera aquello que esperábamos impulsivamente y no imaginábamos así. Es lo que ha pasado con las últimas propuestas de Rosalía. Para algunos puede parecer hasta un retroceso, pero es una jugada maestra para Rosalía y su consolidación como estrella de primera línea internacional.

La cantante no quiere repetirse. Entiende que, a menudo, lo inteligente es agitar de dónde vienes y explorar para que tu arte madure. En su nueva propuesta musical existe un proyecto claro detrás: no se imita a sí misma y continúa experimentando. Incluso removiendo a su público. Rosalía ha superado el Malamente. Aunque no se comprenda a la primera. Para crecer no siempre hay que optar por aquello que esperan de ti. Para crecer incluso quizá no siempre te entiendan a la primera. Sin embargo, en las redes sociales, a veces, no hay margen ni para segundas oportunidades ni para dejar que pose aquello que acabas de descubrir en este acelere de impactos audiovisuales en el que estamos atrapados.

"Rosalía no se imita a sí misma, pero quiere que la imiten"

Pero Rosalía tiene un plan. Rosalía puede transformarse para no enquistarse y, a la vez, sigue marcando bien los pasos de su proyección pública con una imagen poderosa. Así el videoclip de Chicken Teriyaki propone un baile que es fácil de calcar en casa, ya sea en TikTok o en una fiesta entre amigos. Rosalía no se imita a sí misma, pero quiere que la imiten. O mejor aún: que la parodien en todas las redes sociales. De esta forma, su nueva propuesta puede sonar raro a ese público que esperaba más de lo mismo. Pero terminará entrando, poco a poco, por obra y gracia del baile. El videoclip está planificado para girar lo que desconcierta de la canción y terminar haciéndola popular. El público se acostumbrará a lo nuevo de Rosalía bailando esos pasos que le recalcan en el video que debe repetir. Querer formar parte de la viralidad colectiva ayuda a modificar nuestros gustos.

Rosalía es música, pero también construye su identidad con la fuerza estética. Una Identidad muy estudiada que, a la vez, no teme descolocar para jamás ser pronosticable y mantenerse en lo más elevado del éxito artístico. La indiferencia no va con ella. El confort cultural parece que tampoco. Que te critiquen, que luego terminarán danzándolo. 

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