Borja Terán Periodista
OPINIÓN

'Pasapalabra': claves de un éxito de Antena 3 y un fracaso de Telecinco

Roberto Leal, en 'Pasapalabra'.
Roberto Leal, en 'Pasapalabra'.
20minutos | ATRESMEDIA
Roberto Leal, en 'Pasapalabra'.

'Pasapalabra' no sólo es un éxito de Antena 3, también es un fracaso de Telecinco. Porque representa un fallo de táctica empresarial. Ahorrar en derechos de emisión ha propiciado que Mediaset pierda un formato que era más que un concurso: se trata de un eje vertebrador para toda una franja televisiva, pues propulsa el interés de la tarde del canal que lo emite y sirve de lanzadera al prime time, propiciando el liderazgo de sus vecinos informativos.

2.649.000 ESPECTADORES

  • 'Pasapalabra' es el programa más visto de la televisión actual. En este último mes, ha sumado casi 400.000 espectadores en una franja horaria que es vital para Antena 3, canal que ha logrado liderar la batalla por las audiencias de noviembre.

Así Antena 3 es más fuerte que antes de 'Pasapalabra', pues ha conseguido una inconfundible cita diaria en su parrilla. Es más, ha sabido hacer suyo 'Pasapalabra' con la empatía de Roberto Leal como presentador que sigue la estela de Christian Gálvez. Porque el 'Pasapalabra' de hoy continúa el camino que aprendió en Mediaset. Allí su mecánica ganó luminosidad literal, adaptándose a la línea editorial de las escenografías de Telecinco, y se colocó en una franja horaria reconocible. De esta forma, el programa fue cogiendo fuelle dentro de un canal muy popular. Aunque su contenido no tenía que ver con la temática principal de la cadena, encajaba perfectamente ya que entremezcla un juego ameno, personajes famosos y un épico desenlace narrativo claro: el rosco.

El rosco es la prueba perfecta. Muchos la intentan emular, pero no lo consiguen. La fuerza del rosco está en que combina emoción, velocidad, brevedad, sencillez e iconografía. El círculo de letras para adivinar palabras a través de una definición es tan carismático como fácil de intentar solucionar desde casa. La pasión está servida. Y la audiencia conecta porque sabe a qué hora se produce el duelo entre concursante y las palabras. Y que tampoco llevará mucho rato: la prueba es adrenalítica por concreta.

De ahí que ya en Telecinco el rosco se utilizara como arma de programación. No sólo vale como colofón para la media de audiencia lógica de 'Pasapalabra', también es útil para adelantar a los competidores justo a la hora de comienzo del informativo. Así Telecinco alargaba este instante álgido del rosco hasta hacerlo coincidir con el arranque de los Telediarios de TVE y Antena 3. Truco infalible, cuando acababa 'Pasapalabra' el resto de espacios de noticias ya estaban empezados. Y el público no encontraba sentido a cambiar de canal para ver un informativo ya comenzado. Resultado: se quedaba ya quieto en Telecinco. 

Lo mismo sucede en la actualidad, pero en Antena 3. Eso sí, en Telecinco siguen esperando a que acabe el rosco para conectar con sus informativos. Decisión que intenta retener al público que persiste en el canal para que no acabe de rebote en 'Pasapalabra' -y, como consecuencia, se quede en Antena 3- cuando Sonsoles Ónega da paso a Pedro Piqueras. Porque en las transiciones entre programas las fugas de espectadores son una realidad. Ese es el otro gran e infalible éxito de 'Pasapalabra', es un programa con un concepto tan auténtico desde su título que sirve como engrasada bisagra entre programas de la cadena que lo cobija. Su seguimiento es tan fiel que fomenta un poderosa costumbre en el recuerdo del espectador que sitúa mejor a la cadena que lo emite.

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