Elías Israel Periodista
OPINIÓN

Piqué, contigo empezó todo

Piqué y Vinicius discuten durante el Clásico.
Piqué y Vinicius discuten durante el Clásico.
EFE
Piqué y Vinicius discuten durante el Clásico.

El Madrid ganó el Clásico porque manejó como pocas veces los tiempos y las emociones. Desplegó todo su corazón y su alma tan especial en el día señalado. 

Dio una versión espectacular en el segundo tiempo y se dieron algunos pequeños milagros soñados, como el de ver cómo Marcelo le ganaba una carrera defensiva a Messi o como Vinícius detectaba las costuras del equipo azulgrana para un autogol de Piqué. De paso, sirvió para la reivindicación de Mariano, al que le bastaron dos minutos para abrir una gran interrogación y un debate en la delantera del otra vez líder de Primera División. El Barcelona tenía un plan y, por primera vez, se vislumbró a las claras lo que pretende Quique Setién. Como suele ocurrir en el histórico del técnico cántabro, eligió el mejor escenario para empezar a dejar su impronta. 

El Barça tuvo el control, permitió pocas carreras del Madrid, la pausa para desgastar anímicamente a los blancos y las ocasiones que regalaron Marcelo y Kroos en dos despistes impropios de un Clásico, pero al equipo azulgrana le faltó el veneno por la excelente actuación de Courtois, el mejor del Madrid en la primera parte. 

El Barça perdonó y eso en el Bernabéu se paga caro. El equipo blanco sabía que iba a tener su momento en el partido y le sorprendió en la reanudación. Isco detectó los puntos débiles, hizo lucirse a Ter Stegen en la foto del partido con un paradón espectacular a mano cambiada, e incluso se permitió rematar de cabeza en lo que Piqué evitó bajo palos que fuese el primer gol del partido. 

Eso espoleó al Madrid, que logró que el Bernabéu entrase en combustión gracias, sobre todo, a Vinícius. 

Está claro que le falta claridad en el último pase, en el último tiro, pero su verticalidad, su hambre de gloria y su sonrisa han logrado que se meta el Bernabéu en el bolsillo. El gol llegó por una temeridad de Semedo, por un despiste de Braithwaite y por un sueño madridista, vestido de autogol de Piqué. El líder blanco vuelve a ser feliz.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento