Con la tercera ola golpeando fuerte, con cifras de víctimas terribles, lo último que necesitamos es una guerra político/judicial entre el Gobierno y las autonomías que piden más margen de actuación contra la pandemia.
La única batalla ha de ser sanitaria, económica y social. La urgencia es ahora agilizar las vacunas, frenar los contagios, combatir la crisis económica.
No hay tiempo para litigar. Sí debe haberlo para dar una salida pactada y atinada contra el virus.
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