Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Cuéntaselo a Herrera: la historia de Isabel y Pablo

Casado se siente "decepcionado" pero "con la conciencia tranquila"
Casado habla con Carlos Herrera.
Europa Press
Casado se siente "decepcionado" pero "con la conciencia tranquila"

Ayer vivimos un espectáculo dantesco. Casado y Ayuso hablan por separado y de forma consecutiva con Carlos Herrera como en un viejo programa del corazón. Teléfono de aludidos. “El Diario de PPtricia”. Faltaba el biombo con sorpresa final con Aznar y Aguirre haciendo de Celestinas. Vaya panorama. Pasa primero por caja Casado. No aporta pruebas, pide explicaciones de algo que le han contado. La corrupción es algo que se demuestra en fiscalía con imputaciones y condenas. Se hace el ofendido y da más verosimilitud a una filtración que a una presunta compañera. La entrevista no le resulta demasiado incómoda y se marcha. Algún contertulio insinúa, como se dice en el gremio, que a Herrera el entrevistado “se le ha escapado vivo”.

Entra por teléfono Isabel Díaz Ayuso. Niega todo, da su versión, llama mentiroso a Casado. Cuando le preguntan si puede enseñar las cuentas de su hermano dice con toda la frialdad del mundo que no lo va a hacer. Afirma que hablará en una rueda de prensa. ¿De quién es la carga de la prueba? Mantiene que no tiene que defenderse de nada, que su hermano lleva 26 años dedicado a gestionar material sanitario y que todo es legal y está declarado en Hacienda. A Herrera también, quién sabe por qué, Ayuso “se le escapa viva”. Horas más tarde, la Presidenta de la Comunidad de Madrid saca una nota en la que explica los importes de la factura de su hermano.

"Cuando hablan de corrupción, también están hablando de otra cosa. Sobre todo del poder"

La noche berlanguiana del jueves, con sus mariachis, sus coronas de flores, sus “nunca pude imaginar” y sus gritos en la calle Génova, amanece con un programa de radio que hubiera firmado José María García. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que cuando los políticos sacan la historia del espionaje -ha ocurrido muchas veces- están hablando de otra cosa. Hay que leer entre líneas. Huele a guillotina. Y, por desgracia, -y esto es mucho más grave- cuando hablan de corrupción, también están hablando de otra cosa. Sobre todo del poder.

La presunta oposición de Pepe Gotera y Otilio adorna el sainete con la dimisión de Carromero, un pieza de museo que seguía chupando de la borrega y haciendo fontanería de precisión. Por si fuera poco, el diputado Casero, el que no aprendió aquello del “no es no” cuando la votación de la Reforma Laboral, llama a los diputados y cargos importantes del PP para que pongan un mensajito personal de apoyo a Casado. Da vergüenza ajena leer a alguno en Twitter. El diputado Casero pide a gritos una serie en Netflix para competir con Georgina.

Algunos conocidos y allegados con fachaleco intelectual ya han dicho o han escrito por ahí algo así: “si echan a Ayuso, votaremos a Abascal”. La izquierda ve en Ayuso un peligro, una gran parte de la derecha ve en ella el futuro. Yo le veo innumerables limitaciones, pero la vida da muchas sorpresas. Casado y su secretario general deberían demostrar lo que afirman. Ayuso tendrá que defenderse sin escurrir el bulto. Herrera preguntaba por un pegamento que arregle esto. La que has liado pollito.

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