El candidato del PSM a las elecciones de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha propuesto este miércoles un "plan C" para la capital que implique a las tres administraciones -Gobiernos central y regional, y Ayuntamiento-, y que se oriente no a grandes obras, sino a programas sociales, al empleo y al reequilibrio territorial.

Lissavetzky ha acudido este miércoles a Madrid Río para rebatir las afirmaciones del alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, y de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, de que el Gobierno central olvida a Madrid a la hora de realizar inversiones.

Ha recordado que sólo con el Plan E el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha invertido en la ciudad más de 900 millones de euros en más de 400 proyectos y, en el caso de Madrid Río, la inversión entre 2009 y 2010 superó los 235,5 millones, lo que echa por tierra las "falacias" y "mentiras" de Gallardón y Aguirre.

Con todo, y aunque ha insistido en que existe una "gran colaboración" de inversiones del Gobierno hacia Madrid, ha opinado que la relación entre ambas administraciones es "casi inexistente". Por ello ha prometido que si llega a la Alcaldía tras las elecciones, propondrá a los Gobiernos central y regional que dentro del ámbito de la Ley de Capitalidad se cree un programa especial para Madrid, un "plan C" orientado a garantizar las mejoras e inversiones que requieren los distintos barrios y distritos.

Un plan, ha explicado, orientado fundamentalmente a crear empleo, a programas sociales y a reequilibrar el territorio, y que no apueste tanto por las grandes obras, sino por las "pequeñas soluciones". Lissavetzky ha concebido este plan como un proyecto plurianual, que exija un esfuerzo conjunto de las tres administraciones y en el que el diálogo entre ellas sea fluido, de manera que se puedan encontrar soluciones para solventar la falta de recursos que impiden mejoras en los barrios.

"Sería razonable dejar a un lado las ideologías y ponernos de acuerdo en ver qué carencias tiene Madrid", ha afirmado, porque la capital "merece un trato especial" y hay que "recuperar el tiempo perdido en inversiones en barrios y distritos" después de que las grandes obras dejaran sin recursos a la ciudad.

El candidato socialista se ha mostrado "sorprendido" por la "virulencia" de las críticas del alcalde al Gobierno de Zapatero, y aunque ha dicho que no se trata de discutir sobre "quién ha puesto más o menos dinero" para llevar a cabo las obras, "lo que no se puede negar es que no hay ninguna persecución a Madrid" desde La Moncloa.

El también secretario de Estado para el Deporte ha barajado este miércoles el 1 de abril como posible fecha de su cese en este cargo para centrarse en su candidatura a la Alcaldía de Madrid, aunque ha recordado que la decisión no depende de él, sino del jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras asegurar que no hay ninguna incompatibilidad para mantener su cargo y ser candidato a los comicios del 22-M, ha remarcado su voluntad de cesar en su puesto junto con otros cargos que deberán hacerlo, como la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce -número dos de la lista del PSM a la Asamblea de Madrid-.

Con todo, ha insistido en que la decisión de fijar una fecha para su cese no depende de él, sino del presidente del Gobierno, y ha barajado el viernes 1 de abril como el día con más posibilidades para que el Consejo de Ministros acuerde los cambios.