A sus 67 años sigue llamando la atención. Mucho más cuando se quita las gafas de sol y descubre unos maravillosos ojos: Catherine Deneuve pasó por Madrid para presentar Potiche, donde encarna a una mujer sometida que, de pronto, toma las riendas de su vida.

Potiche significa mujer florero: ¿lo ha sido usted alguna vez?

Sí... Unas horas, durante alguna noche. Y no está tan mal.

En la película canta, se ríe de sí misma y da una imagen alejada de la que suele transmitir.

Esa imagen no es la real, sino la que transmiten las películas. Me habría encantado hacer más comedias maravillosas, pero no pudo ser.

Así que no es ni seria ni fría.

No lo creo: una vez lo escribió un periodista, y el resto se han limitado a repetirlo. En general, los periodistas sois bastante vagos, ¿no crees?

Y algunos también son coquetos: ¿cómo estar tan guapo como usted?

Durmiendo mucho. Y bebiendo agua por el día y buen vino por la noche.

¿Tiene tiempo para dormir mucho con tanto rodaje y promoción?

Últimamente, es verdad que no paro: solo este año ya he estado en Japón, Inglaterra, Alemania, Italia, EE UU, ahora España... Debo ser la actriz francesa que más promociona sus películas.

¿Y si la película es mala?

Alguna vez me ha pasado, y entonces prefiero no promocionarla. Puedes esconder cosas, pero no mentir si el resultado es muy decepcionante.

Más de cincuenta años como actriz: ¿ha cambiado mucho?

No, porque sigo teniendo los mismos nervios cada vez que toca rodar. Conoces mejor el oficio, aprendes cosas técnicas, pero también vas siendo más conocida y la gente sube el listón... El cine ha cambiado algo, las películas se hacen con menos dinero, los rodajes son más veloces, pero mi trabajo es más o menos igual.

¿Qué aporta usted al rodar?

Me gusta preguntarle muchas cosas al director y hablar mucho con él... Este trabajo no tiene que hacerse solo, encerrado en una habitación, sino que se construye en equipo.

Usted ha trabajado con muchos de los directores más grandes: Polanski, Buñuel, Truffaut... ¿Hay autores, en la actualidad, a su misma altura?

No sé si es posible comparar, pero puedo asegurarte que este año he visto cine magnífico. La red social, Origen, Cisne negro... Fui corriendo a verlas al cine, y no me decepcionaron.

Al menos, usted sí fue al cine...

Por supuesto: habrá que acostumbrarse a Internet y el cine en casa, pero no es lo mismo. Se pierde calidad de imagen y, sobre todo, de sonido. Pero lo peor es no poder compartir con cientos de personas lo que uno está disfrutando.

Durante décadas fue la musa de Yves Saint Laurent: ¿cómo ve la moda actual?

La sigo con interés porque, como a toda mujer, me gustan los colores, los tejidos... Me encanta, por ejemplo, Balenciaga. Ahora, a mi edad, por fin tengo el dinero para poder comprarme su ropa.

¿Qué le parece lo ocurrido con John Galliano?

Que es triste. Lo que ha dicho es horrible, pero el asunto tampoco está muy claro: ¿Sabemos lo que le dijeron antes de contestar esas barbaridades? ¿Por qué le estaban grabando? ¿Es justo que una conversación privada se convierta en algo público? Insisto, no me gusta lo que ha dicho, pero tampoco creo que haya que quemarle en la hoguera.