Los aproximadamente 1.800 escolares matriculados en estos centros se quedarán, además, sin servicio dentro de dos meses y medio. Durante junio, al igual que en septiembre, los comedores dependientes de la Xunta cierran sus puertas, ya que los alumnos tienen horario continuo.

Esto no pasa en los 39 comedores que gestionan las asociaciones de padres, que abren durante todo el curso y en los que comen unos 1.000 niños. Reciben para ello una ayuda del Concello y la Xunta les cede el local y parte del mobiliario.

Desde la Federación Olívica de APA explican que es un servicio que gestiona de «manera forzosa», ya que es la única forma de garantizar el servicio de comedor para sus hijos.

Merendar en el cole

La apertura de los comedores escolares en los meses de junio y septiembre obligaría a convertir en personal fijo a las 800 personas que se ocupan de éstos en toda Galicia; actualmente trabajan nueve meses al año como personal fijo discontinuo, según los datos que maneja CC OO. El sindicato demanda la contratación de más trabajadores para atender las cocinas, lo que permitiría ofrecer también nuevos servicios: los alumnos podrían merendar en el cole antes de acudir a las actividades extraescolares.