La consejera de Servicios Sociales, Sagrario Loza ha asegurado que "no hya ningún merendero en la consejería", y por otro lado ha afirmado que "tiene más que esconder el apellido Trincado que el apellido Loza, ya que nadie sabe a qué se dedica ese señor, mientras mis funciones son públicas y demostrables".

Loza ha ofrecido estas declaraciones en una rueda de prensa celebrada en el "merendero que dice el PR que tenemos en la consejería", para mostrar a los medios de comunicación las obras acometidas en la nueva sede de la consejería.

Con el traslado de Salud a Bretón de los Herreros, ha dicho Loza que "se pidió un informe arquitectónico que señaló que debía llevarse a cabo un reforma muy seria, y nos propusieron demoler el edificio por dentro o hacer una reforma progresiva".

Así, la consejera ha declarado que "nos decantamos por hacer las obras poco a poco, y empezamos la remodelación por la última planta". Hasta ahora, según Loza, "se han hecho las obras pertinentes en los torreones, en la tercera, y parte de la segunda planta. En total, unos 2.000 de los 3.000 metros cuadrados que tiene el edificio".

El presupuesto de todas las obras es de 1,5 millones de euros, en los que se incluyen, según la responsable de servicios sociales, "dar uso a algunos espacios y huecos que estaban inutilizados" y ha añadido que "con esta actuación se han corregido las deficiencias y se ha cumplido la normativa en cuanto a seguridad estructural, seguridad higiénico-sanitaria y supresión de barreras arquitectónicas.

Sagrario Loza ha destacado que el espacio, que el PR llamó 'merendero' agrupa una mesa de reuniones con sillas, un pequeño office, una zona de archivo y dos baños. "El mobiliario de la sala de reuniones, tanto la mesa, como las sillas como el armario archivador, es reciclado y tiene una antigüedad de 14 años".

En la segunda planta en la que se ha cumplido la reforma se ubican 45 trabajadores, incluidos los altos cargos de la consejería. La decisión de empezar con las obras de reforma por la última planta es porque "permanecía vacía, lo que ahorra a las arcas regionales un posible alquiler externo anual de 668.705 euros".

Loza ha asegurado también que "el torreón no tiene ninguna instalación de videoportero ni un vigilante de seguridad expreso para esta parte del inmueble. Sólo existe un vigilante para toda la consejería que se ubica en la entrada".

Por último, la consejera ha subrayado que le parece "lamentable que la persona que se siente acusada tenga que demostrar que todo lo expuesto es mentira y que no se le exija al acusador que demuestre lo que dice".

Los ciudadanos, ha añadido, "tienen que preocuparse más por el apellido Gil Trincado que por el apellido Loza ya que nadie sabe a qué se dedica ese señor, mientras mis funciones son públicas y demostrables".