El juicio por el asesinato del taxista J.M.A.M, que murió el día 19 de agosto de 2008 en Las Ventas de Albares (León), ha quedado visto para sentencia y el Fiscal solicita una pena de 27 años de prisión para el acusado, P.R.A, por los delitos de asesinato, robo con violencia, tenencia ilícita de armas y hurto en grado de tentativa.

Durante la vista oral, el acusado aseguró que está "arrepentido" por los hechos y expresó sus disculpas a los familiares del taxista fallecido. En este sentido, insistió en que "no es un asesino" y que su intención no era la de matar a la víctima.

El suceso, que se produjo en agosto de 2008, tuvo lugar cuando los acusados cogieron un taxi en la estación de autobuses de Ponferrada y se trasladaron a Las Ventas de Albares, donde uno de ellos disparó al taxista.

Días después, P.R.A. y su compañero, F.D.G, fueron detenidos por agentes de la Guardia Civil en Cistierna. F.D.G. falleció en el Centro Penitenciario de León cuatro meses después de los hechos por causas naturales y P.R.A. ha insistido en todo momento en que fue su acompañante quien disparó a la víctima.

Anteriormente al asesinato, ambos habían intentado matar a un taxista en Salamanca, que finalmente consiguió huir y dispararon al dueño de una marmolería en Zamora, lo que le provocó graves daños, según había declarado previamente el acusado.

El Fiscal consideró que P.R.A. ha mentido "desde la primera pregunta" y se refirió a las "contradicciones" de sus declaraciones. Además, opinó que es coautor de los hechos a pesar de que no se determine como el autor del disparo que acabó con la vida del taxista.

Durante la jornada de ayer, el acusado insistió en que el hecho de que actuó amenazado por su compañero, aunque la acusación rechazó esta posibilidad.

Además, argumentó que hay una "asociación absoluta" entre los dos acusados en el objetivo de "matar y robar" y consideró que el asesinato del taxista fue "una réplica" de los hechos que tuvieron lugar previamente en Salamanca.

Absolución de todos los cargos

Por su parte, la defensa demandó la absolución de todos los cargos y explicó que no hay pruebas testimoniales que impliquen al acusado en los hechos "de no ser por sus declaraciones propias".

Además, apuntó que no obtuvo "ningún beneficio económico" y estimó que la posibilidad del robo queda "desvirtuada" tras encontrar en la camisa de la víctima 35 euros; la pistola siempre estuvo en posesión de su acompañante, F.D.G, por lo que también desestimó el delito de tenencia ilícita de armas y el delito de uso de vehículo a motor, ya que el acusado no tenía carné de conducir. Al respecto, el Fiscal señaló que sí existe delito, ya que los hechos sucedieron en un descampado y la víctima no pudo defenderse.

En cuanto al delito de robo con violencia, consideró que está "más que acreditado" y, además, se desarrolló durante las horas nocturnas y en un lugar "apartado" y respecto a la tenencia ilícita de armas, estimó que los dos implicados disponían "conjuntamente" del arma.

En lo que respecta al eximente por el consumo de sustancias estupefacientes, la Fiscalía indicó que esta cuestión no quedó probada el día que tuvo lugar el suceso. Con todo ello, estimó que el acusado no ha colaborado y que declaró los hechos porque el procedimiento "ya se había iniciado", así como por su miedo.

Según el informe pericial sobre el estado mental del acusado, no se observa estrés postraumático y las psicólogas que llevaron a cabo su evaluación manifestaron que su media de inteligencia se sitúa "en la normalidad" y que pudo determinarse un nivel bajo tanto en su carácter violento y de psicopatía.

Los forenses que realizaron la autopsia del taxista establecieron que la muerte fue violenta, provocada por un disparo de arma corta de fuego y añadieron que no había en el cuerpo señales de lucha o forcejeo.

Finalmente, el informe de balística determinó que el arma utilizada fue "modificada", con una munición "de la misma marca y calibre" y de iguales características a la que se usó en los otros casos en los que los acusados se vieron implicados.