(AMP.Feijóo cree que "hay margen" para que NCG capte 1.527 millones y pide a los grupos un pacto por su futuro

Detecta "rencor partidista" en la acción del Gobierno sobre Galicia y demanda consenso al exigir los 805 millones y abordar el territorio
Feijoo Debate Estado Autonomía (2)
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ANA VARELA
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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha defendido que "hay margen" para que Novacaixagalicia (NCG) logre captar los 1.527 millones de euros que precisa para poder alcanzar el 8% del capital principal y operar como "caja evolucionada vinculada a un banco", reto ante el cual ha demandado a los grupos de la oposición, PSdeG y BNG, que apoyen un pacto por el futuro de la entidad nacida de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova.

"La fusión de las cajas debe servirnos como ejemplo de que la división nos condena a decrecer y que la unión de fuerzas es la única garantía de futuro", ha proclamado en la apertura del Debate del Estado de la Autonomía de este año, después de que la semana pasada contactase con los líderes de PSdeG y BNG en busca de una reunión para evaluar el futuro de la caja desde la unidad. "Si ahora podemos estar aún hablando de un futuro para el sistema financiero gallego es porque supimos estar juntos y mantener una entidad financiera gallega", ha reivindicado Feijóo.

No obstante, ha reconocido que existe "una extraordinaria dificultad" y que las entidades están en "una débil situación negociadora con los potenciales inversores", una coyuntura que atribuyó al "error" de "obligar" a "una capitalización urgente y alocada" que, además, ha alertado de que conllevará "un riesgo mayor de contracción del crédito", en línea con lo advertido por el propio Banco Central Europeo.

"Riesgo de menos crédito, menos actividad económica y más paro en toda España", son los problemas que detectó en la normativa de recapitalización del sector financiero del Gobierno central, que tachó de "bandazo normativo" e "improvisación histórica".

Asimismo, protestó por los "requisitos discriminatorios" que se imponen a las cajas frente a los bancos (un 10 por ciento de capital principal frente al 8 por ciento) y porque elevar las exigencias en España por encima del resto de Europa sitúa a las entidades "en peor posición competitiva". No obstante, Feijóo quiso dejar claro que Novacaixagalicia, siguiendo "exigencias del Banco de España", destinó más de 3.000 millones de euros a dotación de provisiones por posibles pérdidas esperadas para los próximos cinco años.

Ello conllevó una bajada de su ratio de capital principal "cercana a los cuatro puntos", con lo que hizo hincapié en que, si se computasen las provisiones, el core capital de Novacaixagalicia rondaría el 8,7 por ciento.

Actuación del banco de españa

El presidente gallego subrayó en todo momento que el regulador fue el que dio instrucciones en este sentido y recordó su aval, el pasado mes de noviembre, a la "solvencia, rentabilidad y liquidez" de la fusión de las dos cajas gallegas. Al hilo de esto, recordó unas palabras de diciembre del ministro de Fomento, José Blanco, quien en los últimos días ha criticado la fusión gallega, en las que defendía el "criterio profesional" del Banco de España.

En cualquier caso, Feijóo diagnosticó que "hay margen" para el futuro de la caja gallega "dentro de las nuevas condiciones del Gobierno", pero alertó de que el equipo directivo debe ser "generoso" y mantener "su implicación con el país"; los políticos, empresarios y sindicatos de Galicia han de defender los principios "de solvencia y galleguidad"; el Banco de España tendrá que ser "coherente y consecuente con sus propios actos"; y el Gobierno central deberá tratar a las comunidades autónomas "de una forma igualitaria.

"agravios" del gobierno

Pero el futuro de la caja gallega no es el único punto de fricción que Feijóo admitió con el Gobierno de España, del que denunció sus "agravios" con Galicia y al que acusó de no corresponder a la comunidad "con la misma lealtad institucional" en otros puntos básicos como son la financiación autonómica y el catálogo de medicamentos.

Respecto al primero de estos vértices, el presidente del Gobierno gallego también demandó el respaldo de los grupos de la oposición para reclamar, "no sólo con la fuerza de la razón, sino también con la de la unión de los partidos", que se salde la deuda de los 805 millones de euros del sistema de financiación. "Descolgarse del interés general es dejar colgado al país", alertó.

Justo en el ecuador de la legislatura, Feijóo reivindicó el cumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria de Galicia y, en esa línea de adoptar decisiones para contribuir a la eficiencia de los recursos públicos, enmarcó el catálogo priorizado de medicamentos, recurrido por el Gobierno central, lo que ha provocado su paralización. Esta decisión la atribuyó "solamente" a "diferencias de militancia política".

En contraposición, para ejemplificar la "lealtad" de la Xunta con el Estado Autonómico, Feijóo aludió al 'Pacto do Obradoiro' sobre la llegada de la alta velocidad a Galicia y recordó que el pasado mes de diciembre, aceptó que el Ministerio de Fomento cambiase el sistema de pago previsto y solicitase una prórroga de tres meses para licitar las obras comprometidas para 2010.

"Ni comparto ni puedo llegar a entender ese rencor partidista que no beneficia a nadie y nos perjudica a todos", contrapuso en los restantes asuntos, en los que detecta "un trato arbitrario, recursos, suspensiones de leyes gallegas, falta de compromiso e incluso ausencia de respuesta". Al respecto, recordó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no ha venido a Galicia en los dos últimos años y que "ni tan siquiera" ha respondido a dos misivas que le ha remitido, pero por contra, sí ha firmado "decisiones en contra de los intereses de este país".

Como ejemplo de esta actitud, mencionó, además del recurso contra la Ley de Cajas gallega y la paralización del catálogo de medicamentos, la puesta en marcha del Decreto del Carbón que, alertó, "pone en riesgo" el trabajo de 3.500 gallegos. Frente a los "agravios comparativos" a Galicia, Feijóo demandó "una nueva etapa" en la relación del Gobierno central con las autonomías, que definió como la "España Cooperativa".

A su juicio, esta nueva etapa debería estar presidida por la idea de que "las autonomías forman el Estado" y que, por lo tanto, "tienen el derecho y el deber" de participar en la definición de las políticas estatales. Y además, las decisiones trascendentales en el sistema autonómico "no pueden depender de acuerdos o trasacciones improvisadas con minorías", sino lograr "un amplio y mayoritario consenso" para que "no se condicionen a la afiliación y al interés de una determinada formación política".

Pacto por el territorio

A lo largo de la hora y 35 minutos que se prolongó su discurso, Feijóo también hizo extensiva su llamada a la concertación en un pacto por el territorio para acometer la redacción "definitiva y estable" de una nueva Ley del Suelo en la que aspira, dijo, a conseguir "el máximo nivel de consenso que sea posible" para garantizar la "permanencia" del nuevo marco normativo.

En este sentido, solicitó a la Cámara que se constituya una comisión parlamentaria específica que "canalice e impulse" la nueva Ley del Suelo, de la cual la Xunta dispondrá de un texto inicial a finales de este semestre que pretende ser un marco "más sencillo, más claro y más adecuado a las necesidades" que la vigente normativa, del año 2002, varias veces reformada.

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