El hombre de nacionalidad peruana acusado de matar a su pareja, también peruana, en julio de 2009 en A Coruña, Martín T., ha manifestado no recordar "lo que pasó" ese día y ha insistido en que se encontraba "bebido" en el momento en que se produjeron los hechos, durante su declaración en el juicio que comenzó este lunes en la Audiencia Provincial de A Coruña.

La vista, con jurado, se prolongará durante dos días en la sección primera de la Audiencia coruñesa. Fiscal y abogado del Estado, así como la acusación particular, califican los hechos como constitutivos de un delito de homicidio y piden una pena de 15 años de prisión, con la agravante de parentesco por la relación sentimental entre ambos.

Mientras, la defensa solicita la absolución o, en caso de que el jurado le considere culpable, que se le aplique la atenuante de arrebato u obcecación.

El fiscal solicita también que se le imponga la prohibición de residir y acudir al término municipal de A Coruña durante 25 años e indemnizar, en concepto de daño moral y perjuicios, a la familia de la fallecida por importe de 248.000 euros.

AGRESIÓN

Los hechos se produjeron en la madrugada del 16 de julio de 2009 en el domicilio que la fallecida compartía con otros compatriotas cuando, junto con una amiga, había ido a recoger sus pertenencias para trasladarse juntas a otro vivienda. En ese momento, apareció el acusado, con el que, según el fiscal, la víctima mantenía "una conflictiva relación sentimental".

El ministerio público sostiene que, de madrugada y "sin motivos concretos", después de haber estado juntos viendo una película, se suscitó "una violenta disputa" durante la que el acusado golpeó a su víctima "reiteradamente en diversas partes del cuerpo", señala el fiscal en su calificación, que añade que también trató de clavarle un cuchillo.

Aunque, inicialmente, la víctima consiguió huir hasta el salón, en esta estancia de la casa "la acuchilló reiteradamente" subraya el fiscal. La mujer fue evacuada a los pocos minutos al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), donde fue sometida a una intervención quirúrgica, aunque falleció debido a la gravedad de las heridas.

El procesado, que huyó del lugar de los hechos, fue detenido en la tarde del 17 de julio en las inmediaciones del inmueble donde ocurrieron los hechos. La fallecida era soltera y madre de dos hijos, que residían en Perú con su padre.

Relacion "conflictiva"

En el juicio, ha negado que la relación con la fallecida fuese "conflictiva", tal y como argumentan el fiscal y las acusaciones, y, por el contrario, la ha calificado de "pacífica". No obstante, ha admitido que en una ocasión la víctima presentó una denuncia contra él, que luego retiró, por destrozarle objetos personales, pero aseguró que ese día la había encontrado con un hombre y que se había emborrachado.

El mismo argumento mantuvo en relación con los hechos que se le imputan en la noche del 16 de julio de 2009, en el piso de la calle Francisco Vales Villamarín, donde residía la fallecida.

En este caso, ha insistido en que había bebido, pero ha explicado que no recordaba haberla golpeado ni agredido con un cuchillo de cocina hasta causarle la muerte. Asimismo, ha explicado que, tras marcharse de la vivienda, comprobó que tenía la ropa ensangrentada. "Al verla, me asusté y me cambié de ropa", ha admitido el acusado, quien ha aclarado que acudió de nuevo al domicilio de la fallecida, donde fue detenido, porque se preocupó.