Será una tarjeta monedero, personalizada y recargable, que unificará el acceso a los servicios municipales. También ofrecerá ventajas a los usuarios más fieles y a los censados. Posiblemente habrá que pagar para tenerla, aunque todavía no se sabe cuánto, según explicó ayer la concelleira de Participación Cidadá, Marta Iglesias.

Movilidad

Entre los servicios que se podrían incorporar a la tarjeta están el pago del billete de autobús urbano, el transporte de ría o en los aparcamientos públicos.

Cultura

Servirá para pagar en los principales museos de la ciudad y apuntarse a cursos y jornadas. Sustituirá al carné de la biblioteca central para el préstamo de libros y permitirá pagar fotocopias en ella.

Deporte

Con ella se podrán reservar las instalaciones del Instituto Municipal dos Deportes, además de pagar la entrada a la piscina, por ejemplo.

Otros servicios

También será el medio de pago en los conciertos que se organicen y en la matrícula de los cursos de las escuelas de música y danza.

El «observatorio urbano»

Las ventajas para los ciudadanos conllevarán un mayor conocimiento de sus gustos por parte del Concello. Según explicó la alcaldesa, Corina Porro, ayer en la presentación, funcionará como una especie de «observatorio humano». Por algo se llama tarjeta delgada-base de datos gorda: físicamente sólo contendrá la información necesaria para identificar a los usuarios, pero la gestión y el registro de los datos se almacenará en una base on line. El modelo permite también, la implantación de acciones complementarias como el control de la presencia o el acceso a recursos informáticos.