El ex consejero de Interior del Gobierno vasco y actual presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan María Atutxa, considera que "nunca hemos visto mejor que ahora la opción de abandonar el callejón sin salida de la violencia".

En una entrevista concedida al diario 'Deia', recogida por Europa Press, Atutxa insiste en que "nunca hemos visto con mejor perspectiva la posibilidad de salir del callejón que no merecía la pena y por el que se adentró tantísima gente y que tanto sufrimiento ha traído a este pueblo".

Según asegura, hace votos "para que se siga por este camino y se acabe de una vez por todas con esta sinrazón", aunque reconoce que "no va a ser nada fácil". "Aunque haya voluntad, que no lo dudo, las cosas no se pueden resolver en dos días. Se necesita tiempo. Pero insisto, mejor tono que el que tiene en este momento la cosa no lo ha tenido nunca", afirma.

Por otro lado, cree que, una vez que el ciclo de la violencia "se haya cerrado, todos a la política, todos a defender su proyecto, y será absolutamente legítimo".

En ese sentido, dice que se verán "novedades en muy pocos años" y "se verán, sin que transcurran muchos años, acuerdos entre formaciones políticas a las que hasta hace bien poco se las venía considerando apestadas con las mismas formaciones que las marginaban".

Oposición de "crispación"

El que fuera también presidente del Parlamento vasco ha recordado que cuando presidía la Cámara vasca "quienes hoy están sumando fuerzas para mantener el Gobierno actual las sumaban para hacer oposición, pero era una oposición que no se parece en nada a la que actualmente se ejerce desde otras filas".

Según ha señalado, la de PP y PSE-EE era una oposición "de crispación, una oposición de pretender reventar los plenos, una oposición donde se daba el pataleo y todo ese ruido que incendiaban las sesiones plenarias para que el titular no fuese el del tema a debate, sino la bronca".

Por eso, asegura que se alegra "muchísimo" de que, en este momento, la oposición, en referencia al PNV, "se haga de una manera mucho más civilizada y mucho más serena" porque, aunque "casi no se acuerda nadie, el comienzo de aquellas sesiones era la petición del turno de palabra por parte de un par de portavoces para exigir que se expulsara a una serie de personas, los representantes de la izquierda abertzale, que estaban allá, y yo no podía expulsarlas porque estaban en el Parlamento por derecho propio, porque esas personas habían obtenido una representación del pueblo".

Atutxa, que se enfrentó a los tribunales por su negativa a disolver a Sozialista Abertzaleak y todavía tiene pendiente el recurso a su condena ante el Tribunal Constitucional, afirma que "hoy volvería a hacer lo mismo porque defendíamos la institución y la dignidad institucional".

"No defendía a aquellas personas con quienes nunca me unió vínculo alguno. Y volvería a decir al Tribunal Supremo que se equivocó, que aquel auto no procedía y es más, que se equivocó de institución. No quiero minusvalorar otros parlamentos, pero este es un parlamento de cuerpo entero. E incluso se equivocó de persona", ha lamentado.