A ellos se sumarán todos los perros de Aragón, los animales peligrosos y todos los que siguen tratamientos  sanitarios obligatorios, cuando entre en vigor el decreto aprobado ayer por la DGA. Gatos, hurones y demás mascotas sólo necesitarán el chip para viajar fuera de España.

El objeto de esta nueva norma, que se hará efectiva tras su publicación en el Boletín Oficial de Aragón, es la creación del Registro Autonómico de Animales de Compañía y establecer programas eficaces de actuación ante la posible aparición de nuevas enfermedades de transmisión entre animales.

Los propietarios de los animales tendrán que asumir ellos solos la factura para cumplir con este decreto, ya que el Gobierno de Aragón no tiene previsto conceder ningún tipo de subvención a los miles de aragoneses afectados por la  norma.

De lo que sí podrán despreocuparse es de todos los trámites administrativos, ya que es el propio veterinario el que, además de identificar al animal, se encargará de incluir sus datos en el censo canino.

Cuestión de minutos

La identificación electrónica es cuestión de minutos y el chip, del tamaño de un grano de arroz, queda instalado bajo la piel sin que apenas se note al tacto.

Según los especialistas, el procedimiento es idéntico al de poner una inyección, salvo que se utiliza una aguja más gruesa para poder traspasar el chip.

Un código para cada animal

El dispositivo electrónico lleva un código único para cada animal, como la matrícula de un coche. Con este procedimiento, según los veterinarios, se consiguen dos ventajas: luchar contra el abandono de perros (el año pasado la perrera recibió unos 1.400 animales) y facilitar la identificación de sus amos. Los dueños de perros caros suelen implantarles el chip para demostrar su propiedad en caso de robo.