El comedor municipal ha acogido en sus seis primeros meses de funcionamiento a 166 usuarios diferentes, con una media de reservas que en la actualidad alcanza las 45 al día, que suponen una ocupación de 90 por ciento de las 50 plazas ofertadas. Estos datos los ha dado a conocer la directora del Área de Bienestar Social y Deporte, Rosa López, en la comisión de Asuntos Ciudadanos, dentro del plan de evaluación continua del comedor municipal.

El comedor abrió el 2 de agosto de 2010 en la calle Navarrería 31 con el objetivo de cubrir las necesidades básicas de alimentación de aquellas personas y/o familias que de una u otra manera se han visto afectadas por la situación económica actual. Con este servicio el Ayuntamiento de Pamplona pretende contribuir a paliar aquellas situaciones que pueden provocar o agudizar el desarraigo o la marginación social, así como servir de instrumento de acción profesional y apoyo a los procesos de incorporación social diseñados desde los Servicios Sociales municipales, ha informado el Ayuntamiento.

Este servicio ofrece comida y cena de lunes a sábado al precio de un euro (0, 50 euros comida y 0,50 euros cena) y su acceso queda restringido a las personas derivadas de las unidades de barrio u otros servicios municipales y a las que derivan otras entidades de carácter social. El perfil del usuario del comedor es un hombre soltero, que no recibía ningún tipo de ayuda económica al servicio, derivado desde Cáritas o la Unidad de Barrio del Casco Antiguo y con nacionalidad española, aunque más de la mitad han sido extranjeros de un total de 26 países diferentes.

La mayoría,

Hombres y solteros

En los seis primeros meses de funcionamiento han utilizado el comedor 166 personas diferentes, de las que 7 eran menores de edad, que han acudido junto a sus familiares. La utilización de este recurso municipal ha ido creciendo conforme pasaban las semanas. En el primer mes pasaron por el servicio 39 personas, una cifra que se duplicó a las diez semanas alcanzando las 76 personas y volviéndose a duplicar hasta las 166 en seis meses. De esas 166 personas, 121 eran hombres (73%) y 45, mujeres (27%).

La edad de los usuarios adultos oscilaba entre los 22 y los 64 años y su estado civil era mayoritariamente el de solteros (83 personas). Entre los demás, acuden al servicio 27 personas casadas, 20 separadas, 5 que conviven en pareja y 15 divorciados. Nueve personas prefirieron no facilitar esa información. El 48 por ciento de los usuarios tiene hijos.

Usuarios de 26 NACIONALIDADES

El comedor municipal ha acogido en estos seis meses de funcionamiento a personas de 26 nacionalidades distintas. Un 43,37 por ciento de los usuarios tiene nacionalidad española (72 personas), que es la mayoritaria. Entre los extranjeros, destaca la presencia de 20 marroquíes, 8 nigerianos, 7 argelinos y 5 ucranianos y rumanos. También han utilizado este servicio personas de Polonia, República Dominicana, Ecuador, Guinea, Bulgaria, Colombia, Senegal, Portugal, Pakistán, Camerún, Uruguay, Benin, Burkina Fasso, Argentina, Perú, Ghana, Cuba, Costa de Marfil y Congo.

Respecto al lugar de empadronamiento, 139 personas estaban empadronadas en Pamplona (83,7%) frente a 27 que lo estaban en otras localidades (16,3%).

Personas sin ayuda económica

En cuanto a los ingresos de los usuarios, 110 personas no recibían ningún tipo de ayuda en el momento de acceder al servicio de comedor social, 23 percibían Renta Básica, 12 cobraban algún tipo de subsidio, 5 cobraban el paro, 3 recibían una pensión y una persona cobraba un salario, pero aún así tuvo la necesidad de utilizar este recurso municipal.

Tres de cada cuatro usuarios del comedor municipal son derivados desde servicios dependientes del Ayuntamiento de Pamplona, sobre todo desde las unidades de barrio. La del Casco Viejo es la más activa al respecto ya que ha derivado a 38 de las 166 personas que han utilizado el servicio. Le siguen las unidades de barrio de Milagrosa y Ensanche (12 cada una), Chantrea y San Juan (10) y Rochapea (9).

Otros servicios municipales como el Programa de Alta Exclusión (4 personas), el Albergue municipal (12) y el Programa de Incorporación Socio-Laboral (1), también han derivado usuarios al comedor. Las restantes personas han sido derivadas de otras instituciones o entidades como Cáritas (42 personas) o desde Cruz Roja Navarra (3).

Comida y cena por un euro

El comedor municipal tiene un horario de apertura, de lunes a sábado, de 11 a 16 horas. De 11 a 12 se abre para la recogida de bonos y para solicitar el servicio; de 13 a 16 horas, se da de comer a los usuarios y se les entrega la cena, consistente esta última en bocadillo y postre. Se han establecido dos turnos de comida, con 25 plazas cada uno, por lo que se ofertan 50 servicios diarios. La comida tiene un precio de 0,50 euros y la cena también cuesta 0,50 euros. En el servicio trabajan una encargada y tres personas de atención al comedor, que además han sido contratadas por el Empleo Social Protegido.

Los destinatarios de este recurso son personas entre 18 y 64 años que se encuentran en situación de grave necesidad económica, definida por indicadores de exclusión social que impiden su correcta y adecuadas integración social, por la falta de recursos para satisfacer unos mínimos alimentarios. También pueden utilizar el comedor personas perceptoras de prestaciones económicas o del sistema de garantía de ingresos siempre que, por sí solas, no sean suficientes al confluir en ella otras necesidades no cubiertas por estas protecciones sociales.

Existen diferentes tipos de bonos (6, 12, 24 o 72 servicios) para hacer uso del comedor. Es el profesional de referencia que deriva al usuario al servicio quien decide qué tipo de bono entregarle, excepto en el caso de solicitud de aplazamiento de pago, cuyos afectados sólo podrán hacer uso de bonos para 6 o 12 servicios. Y es que el uso del comedor es complementario a la acción profesional de trabajo social en las unidades de barrio u otros servicios del Ayuntamiento de Pamplona.