Los trabajadores de Trèves Galicia, la firma auxiliar de Citroën situada en el polígono de O Campiño, en Pontevedra, ocuparon la delegación territorial de la Xunta en esa ciudad para protestar por la falta de acuerdo con la dirección de la fábrica, que pretende aplicar un ERE extintivo a 47 trabajadores este año y a otros 19 en 2012. El comité de personal mantendrá las movilizaciones en días sucesivos si la empresa no acepta sus demandas para poner fin a la huelga indefinida que iniciaron el pasado 8 de febrero.

El objetivo de la concentración organizada por el comité, en el que participan delegados sindicales de CIG y UGT, era reunirse con el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, para pedir su mediación en el conflicto laboral motivado por la firma del convenio y la petición de mantenimiento de los puestos de trabajo. Ante la ausencia del delegado, fueron recibidos por la secretaria territorial, aunque con el compromiso de concertar una reunión con el delegado.

Tras la concentración, los delegados del comité se desplazaron a Vigo para reunir con la dirección de Trèves, junto con el jefe de la Inspección de Trabajo. Por la tarde, la negociación entre la empresa y los representantes de los trabajadores continuó en la sede territorial de la Xunta en Pontevedra.

En su encuentro con la secretaria territorial, los portavoces sindicales le recordaron que la Xunta "no puede olvidar que Trèves recibió ayudas públicas millonarias" que cuantifican en más de cuatro millones de euros "y que no le impidieron trasladar su planta textil a Marruecos", explicó el secretario comarcal de la CIG en Pontevedra, Rafael Iglesias.

Actitud dura

Rafael Iglesias atribuye el conflicto laboral en Trèves a la actitud "mucho más dura" que mantiene Citroën con las empresas auxiliares que la suministran, desde el comienzo de la crisis. Como consecuencia, según el responsable comarcal de CIG en Pontevedra, "estas empresas presionan aún más a los trabajadores".

Ante la nueva reunión con la dirección de Trèves, desde la CIG mantienen su disposición a aceptar la aplicación de un ERE temporal como los que ya se realizaron en 2009 y 2010. En cualquier caso, la postura del comité de personal pasa únicamente por "el mantenimiento de los puestos de trabajo". No obstante, los representantes sindicales exigen que, durante la vigencia del expediente, los empleados tendrían que percibir complementos.