Castellano, que se ha pronunciado de esta manera en los pasillos de las Corts al ser preguntado por la acción de los ecologistas de Greenpeace en la central nuclear de Cofrentes, ha remarcado que nada más tener noticia a través del 112 llamó a la delegada del Gobierno, Ana Botella, para poner a su disposición todos los servicios de emergencia y medios autonómicos. La Conselleria también se puso en contacto con los alcaldes de los municipios de la zona.

El conseller ha señalado que en instalaciones "sensibles" como es una central nuclear "hay que reforzar al máximo todos los medios de seguridad posibles para la integridad de las personas", incluso de aquellas que están manifestándose encaramadas a una chimenea, "que tiene su riesgo", ha apuntado.

Castellano, en este sentido, ha explicado que desde Delegación de Gobierno se le informó de que "no había ningún problema en ninguna zona sensible de la central" pero, lógicamente, lo primero que hizo la Conselleria fue ponerse a disposición de la Administración del Estado "para colaborar con ellos todo aquello que le hiciera falta".

El titular de Gobernación ha agregado que cuando alguien entra de esta manera en la central nuclear "debe de haber las máximas medidas" y "en el caso que se tenga que reforzar, que se refuerce".

Medidas "más serias"

Por su parte, el vicepresidente tercero del Consell y conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, también ha pedido al Gobierno central que ponga medidas de seguridad "más serias" para que casos como el suceso registrado en la central nuclear de Cofrentes, por parte de activistas ecologistas, no vuelva a suceder.

Así lo ha indicado en una entrevista al programa 'Bon Matí' de Ràdio Nou, en el que ha calificado de "viraje político" la decisión del Gobierno de alargar la vida de las centrales nucleares más allá de los 40 años, según ha informado la radio autonómica en un comunicado.