El comité de empresa de Trèves, una auxiliar de Citröen situada en el polígono industrial de O Campiño (Pontevedra), continuará en huelga indefinida mientras la dirección de la factoría no retire el Expediente de Regulación de Empleo extintivo que afecta a 47 trabajadores. El lunes a partir de las 17:30 horas volverán a reunirse ambas partes para intentar llegar a un acuerdo.

El presidente del comité de empresa, David Couñago, señaló que los representantes sindicales y de la patronal acercaron posiciones en relación a la revisión del convenio, con lo que podría haber un "posible acuerdo". Sin embargo, el ERE que Trèves pretende presentar el próximo martes ante las autoridades laborales es el principal escollo para que la plantilla retome el trabajo, paralizado desde el pasado martes.

Couñago criticó que en los años 2009 y 2010, para ajustar las dimensiones del personal a las necesidades de la producción, los trabajadores aceptaron someterse a un ERE rotatorio; una fórmula por la que abogan también ahora, en sustitución del ERE extintivo que pretende aplicar la empresa. "No sabemos por qué antes valía esa fórmula y en este momento ya no", señaló el presidente del comité.

En declaraciones a Europa Press, el dirigente sindical recordó que en el año 2013 está previsto que finalice la producción del modelo de automóvil que Citroën fabrica en su planta de Vigo y para el que Trèves suministra diversas piezas. "Hasta entonces hay carga de trabajo", aseguró Couñago, apelando a la existencia de "fórmulas" para evitar la destrucción de 47 puestos de trabajo.

David Couñago explicó que cuando la empresa vaya a presentar el ERE extintivo, tendrá que especificar "con nombres y apellidos" a qué trabajadores afecta. Sin embargo, el portavoz sindical de la CIG advierte de que la Xunta "no podría firmarlo", argumentando que en los últimos años Trèves ha cobrado más de 4 millones de euros en subvenciones.

Asimismo, recordó que ya se aplicó un ERE extintivo para cerrar la otra planta que Trèves tenía en la Avenida de Vigo, también en Pontevedra, "para acabar trasladando esa producción a Marruecos".

Entonces, según David Couñago, "la empresa dijo que había que apostar por esta planta porque tenía futuro", en alusión a la de O Campiño. La próxima semana, la plantilla no descarta protagonizar movilizaciones como la que mantienen a las puertas de la fábrica, sin descartar una concentración ante Citroën.