Los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 9 de febrero, cuando una patrulla que se encontraba prestando servicio de seguridad ciudadana, en el polígono industrial de Toro (Zamora), perteneciente al Puesto de la Guardia Civil dicha localidad, procedió a dar el alto a un vehículo ocupado por dos individuos.

El conductor disminnuyó la velocidad simulando obedecer las señales de unos de los guardias civiles y al llegar a su altura realizó una maniobra brusca e intentó, supuestamente, atropellar a uno de ellos, teniendo éste que esquivarlo para evitar ser alcanzado.

Acto seguido, el turismo inició su huída, circulando de modo temerario a gran velocidad, sin respetar ninguna señal de tráfico y poniendo en grave riesgo la integridad del resto de usuarios.

Tras el oportuno despliegue establecido para identificar a los ocupantes, fue identificado visualmente su conductor por uno de los agentes en el momento en que una de las patrullas le dio alcance en el casco urbano de Morales de Toro.

Choque con un vehículo patrulla

Ante ello, el turismo, en una maniobra evasiva, intentó atropellar a otro guardia e impactó fuertemente en un lateral del vehículo oficial, iniciando nuevamente la huída, incorporándose a la autovía (A-11).

Como resultado de dicha acción, se ocasionaron daños a un bien público como era un coche oficial de la Guardia Civil.

Debido, probablemente, a la gran velocidad a la que circulaba, reventó una de las ruedas del turismo y lejos de parar mantuvo el vehículo circulando dando bandazos y poniendo en grave riesgo a los usuarios de la vía.

Finalmente, tras abandonar la autovía, circuló un kilómetro y sus dos ocupantes huyen campo a través, aunque al final les dieron captura. Por estos hechos fueron detenidos en la localidad de Toro el conductor del vehículo y su acompañante, ambos de nacionalidad rumana y de 27 y 25 años.

Al conductor se le imputó un supuesto delito de atentado contra agente de la autoridad por la agresión sufrida por los guardias civiles utilizando un medio peligroso, como es un turismo. Además, se le imputaron supuestos delitos contra la seguridad vial al conducir careciendo de permiso de conducir y de forma temeraria.

Al acompañante, que además era el titular del turismo, se le imputaron supuestos delitos contra la seguridad vial y simulación de delito, ya que intentó presentar denuncia por el robo de su vehículo.

Este tipo de conductas vienen recogidas en el artículo 550 y siguientes del código penal, donde establece la pena de uno a tres años de prisión en el caso de una agresión cometida contra un agente de la autoridad y si para ello se utilizada un medio peligroso puede conllevar penas de hasta cuatro años y medio de prisión, además de la correspondiente responsabilidad civil derivada del delito.

Dada la gravedad de la agresión sufrida por los agentes de la Guardia Civil, se personó en sede judicial tanto el Ministerio Fiscal como el Abogado del Estado, defendiendo los intereses del Estado, decretando el Juzgado de Toro el ingreso en prisión sin fianza del conductor del turismo.