El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cuatro años y seis meses de prisión para un individuo de 51 años que intentó agredir sexualmente a su sobrina de 13 años en el domicilio familiar mientras ella dormía en un sofá del salón de la vivienda y su madre se encontraba descansando en la habitación contigua.

El fallo del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa del acusado y ratifica la sentencia por violación en grado de tentativa que dictó el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, que le condenó, asimismo, al pago de una indemnización de 9.000 euros por daño moral.

La Sala de lo Penal del TS tilda de "inverosímil" la versión que el acusado, natural de Turón (Granada), dio sobre la actitud en la que la madre de la víctima le sorprendió y señala que es "difícilmente compatible" con lo que ella observó ya que, ahonda, no había "revuelo" alguno en el orden de los cojines del sofá con los que él dijo estaban supuestamente jugando.

Concede, esta línea, "máxima relevancia" al testimonio de la niña y de la progenitora al tiempo que recoge también como significativo que el padre de la menor asegurase ante la sala que, al llegar a casa avisado por su esposa de lo sucedido, encontró a su tío "muy nervioso".

Según consideró probado la Audiencia Provincial de Almería, el acusado, tío abuelo de la víctima y con "muy buena relación con la familia, a la que visitaba con frecuencia", acudió a su casa, ubicada en El Ejido, a primera hora de una tarde de agosto de 2008.

Al retirarse la madre a descansar al dormitorio, él se quedó solo en el salón con la niña, quien se había quedado dormida en un sofá, por lo que aprovechó para abalanzarse sobre ella. Le tapó fuertemente la boca y, mientras le decía "si hablas, te mato", intentó violarla.

En ese momento, relata el fallo, la progenitora entró en la estancia y sorprendió al acusado, quien, separándose rápidamente de la víctima, le dijo: "No llames a tu marido, no ha llegado a pasar nada".

El Supremo confirma, además de la pena de cuatro años y medio de cárcel a la que fue condenado por la Audiencia Provincial, frente a una petición fiscal de ocho años, la pena de prohibición de acercarse a la adolescente a menos de 500 metros y de comunicarse con ella por un periodo de diez años.