Un total de 11.631 personas han visitado la selección de obras del británico Simon Starling que acogió el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) Málga bajo el nombre 'Recent history', exposición que acoge este febrero la Tate St Ives, a través del acuerdo de colaboración suscrito entre ambas instituciones. Es la primera vez que el artista visita España tras ganar el Turner Prize, en el año 2005.

La muestra se trata de una representación conceptual del pensamiento que rige el proceso de trabajo de Simon Starling, a través del cual una idea o descubrimiento sigue a otro hasta desvelar inesperadas conexiones temporales e históricas. Asimismo, pone de manifiesto su interés por la historia de las instituciones de arte.

En este sentido, la pieza central de la exposición reproducía una maqueta a escala reducida del antiguo Mercado de Mayoristas, de nueve metros de largo, planteada como si se tratara de 'matrioskas' o muñecas rusas. Para ello, ha utilizado material extraído de los propios muros del centro de arte, desarrollado por el arquitecto racionalista Luis Gutiérrez Soto e inaugurado en 1942.

Según las palabras del director del CAC Málaga, Fernando Francés, el autor "recodifica la realidad presente en lo que parece una búsqueda constante del origen natural de los elementos", por lo que sus creaciones representan "un afán constante, y una preocupación insistente y casi obsesiva por reubicar el pasado en el presente".

El artista británico pertenece a una nueva generación de artistas conceptuales. Sus obras, que denotan su interés por las posibilidades formales de los objetos cotidianos y la artesanía, son fruto de "largos y minuciosos" procesos de investigación y viajes en solitario, que dan lugar a una suerte de conexiones entre tiempos y lugares dispares.

Asimismo, Simon Starling concibe sus creaciones como proyectos performativos, a medio camino entre una visión utópica y otra crítica de la producción en masa frente a los procesos artesanales. De esta forma, considera el arte como "un espacio libre para explorar", ya que no parece satisfecho con la relación que los individuos establecen con las cosas.