Los conductores de bus quieren cabinas aisladas

Nueve agresiones en dos años.
Los conductores de Tuzsa temen que se repitan los hechos del domingo, cuando un compañero de la línea 38 fue agredido por un joven que salía de una discoteca, y piden más seguridad en los vehículos. Nueve de ellos han sufrido agresiones en los últimos dos años.

Quieren extender a todos los autobuses urbanos el modelo de mamparas que llevan los búhos, en los que el conductor está  aislado de los viajeros, para evitar riesgos.

Además van a diseñar un plan de actuación para pedir que tanto Delegación de Gobierno como Ayuntamiento de Zaragoza controlen más las zonas de marcha los fines de semana, para intentar atajar el problema que representan los viajeros «con algunas copas de más», explicaron a 20 minutos representantes de los trabajadores.

«El compañero agredido cometió un error imperdonable: abrir la puerta fuera de la parada a un individuo que no estaba en condiciones», explican estas mismas fuentes.

En los dos últimos años, seis conductores han sufrido agresiones físicas y otros nueve han presentado denuncias por insultos o amenazas, según Tuzsa.

Sin embargo, los conductores señalan que los últimos meses habían sido muy tranquilos. Esta tarde se concentrarán para denunciar la última agresión, cuya víctima no reviste gravedad. Será a partir de las 19.30 horas en Gran Vía, junto a la cabina de Tuzsa.

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