Los investigadores han hallado restos que podrían ser de sangre en una zapatilla deportiva del menor de 17 años, detenido el jueves por la Guardia Civil en Arriate (Málaga) por su supuesta implicación en la muerte de María Esther Jiménez, de 13 años.

En el transcurso del registro domiciliario efectuado por los agentes en la casa del chico, cuyo nombre corresponde a las iniciales R.V.R., se encontraron esos restos, que estarían quizás también en alguna ropa.

Ahora las fuerzas de seguridad tendrán que analizarlos para comprobar si los restos son de sangre y, en su caso, a quien corresponden, según las fuentes.

Por su parte, los padres de la niña muerta se han desplazado esta mañana a la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga, adonde fue trasladado el arrestado, que está pendiente de ser presentado, previsiblemente este viernes, en la Fiscalía de Menores.

Los padres de María Esther, cuyo cadáver fue encontrado con un golpe en la cabeza el pasado 20 de enero en la caseta de una depuradora de la localidad, tienen previsto acudir a continuación a la Fiscalía de Menores junto a su abogada.

El menor, cuyo nombre corresponde a las iniciales R.V.R.,  se ha acogido a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil en la Comandancia del instituto armado. Será trasladado a la Ciudad de la Justicia de Málaga para pasar a disposición de la Fiscalía de Menores.

Las pesquisas continúan debido a que se trata de un menor y se investigan todavía ciertos extremos, aunque las pruebas de ADN y los restos biológicos coinciden con el arrestado.

Los agentes practicaron el jueves dos registros en Arriate en busca de nuevas pruebas con presencia de la Policía Científica, en concreto en el domicilio del detenido y en la casa de un familiar.

Más de cien personas se concentraron cerca de la vivienda del menor durante el registro y, cuando fue sacado del inmueble por el instituto armado, los vecinos le llamaron "asesino" y "criminal".