La Fiscalía de Madrid investigará la única denuncia presentada por ahora en la que se expone el presunto robo de un bebé en la década de los 60 en un hospital madrileño después de que el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, haya dado instrucciones para que las fiscalías de las Comunidades Autónomas asuman los procedimientos que se deriven de estos casos que conformarían una supuesta red de robos de bebés en hospitales de toda España, que posteriormente eran vendidos a otras familias.

Así lo ha indicado el fiscal jefe de Madrid, Eduardo Esteban, quien ha insistido en que "habrá que estudiar cada caso de forma individual para comprobar las posibilidades de investigación". Así, ha señalado que habrá que esperar a la llegada de más denuncias para decidir si se remiten a un Juzgado ordinario para su instrucción.

Por ahora, la única denuncia versa sobre el supuesto robo de un niño nacido en un hospital madrileño en la década de los 60. Al parecer, este bebé nació con problemas de salud, quedando ingresado en el centro hospitalario. A los quince días, los médicos trasladaron a la familia que el pequeño había muerto y se lo entregaron para el entierro.

"A los padres no les pareció que el bebé fuera su hijo", ha señalado Esteban. El fiscal jefe ha explicado que la investigación de estos supuestos robos es muy compleja, siendo la principal vía de investigación el análisis de los huesos para extraer el perfil genético, algo que se complica al poder estar el cadáver en una fosa común.

La Fiscalía General del Estado anunció este martes que no abrirá una investigación conjunta por los casos de bebés presuntamente robados durante las décadas de los años 50 a los 80. Así serán cada una de las fiscalías provinciales las que asuman el procedimiento si así lo deciden.

La Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) presentó el pasado 27 de enero una denuncia conjunta con 261 casos de bebés presuntamente robados después de nacer. La intención era que el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, abriera una investigación a nivel nacional para intentar identificar a los responsables de una supuesta red de robos de bebés en hospitales de toda España, que posteriormente eran vendidos a otras familias.