El presidente de Siria, Bachar al Asad, cree que el mundo árabe está entrando en una "nueva era", que podría llevar bien al caos, o bien a la reforma de las instituciones políticas.

"¿Será una nueva era (que se dirige) hacia más caos o más institucionalización? Ésa es la pregunta. El final no queda claro todavía", declaró en una entrevista que ha publicado este lunes el diario neoyorquino The Wall Street Journal. El presidente Al Asad aseguró que, pese a los problemas de sus vecinos, "Siria es estable", ya que el presidente está "estrechamente vinculado a las ideas del pueblo - esto es el meollo del asunto".

En evidente alusión a la caída del presidente de Túnez, Zine al Abidine ben Alí, y las actuales movilizaciones populares en Egipto, Al Asad comentó que "es cuando hay una divergencia (entre el líder y el pueblo) que tienes un vacío que da lugar a disturbios".

El presidente sirio, quien sucedió en el cargo a su padre tras el fallecimiento de éste en 1999, aseguró que hará durante el año en curso reformas políticas para llevar a cabo elecciones municipales, conceder mayores poderes a las ONG y crear una nueva ley de los medios de comunicación social.

Al Asad reconoció que en estos últimos doce años Siria no ha avanzado hacia la democratización tanto como esperaba, pero explicó que su país necesita tiempo para construir las instituciones políticas y mejorar la educación del pueblo antes de proceder a la apertura democrática. Por otra parte, Al Asad defendió sus buenas relaciones con Teherán, ya que "nadie le puede hacer caso omiso a Irán, te guste o no".

También negó que el proceso de paz entre los palestinos e Israel esté muerto. "No está muerto, porque no hay otra opción". Si hablas de un proceso de paz 'muerto', esto supone que todo el mundo debería prepararse para la próxima guerra", puntualizó.