Mubarak opta por un nuevo Gobierno continuista mientras el pueblo sale sin miedo a la calle

Manifestantes egipcios se concentran frente al Museo Egipcio en El Cairo.
Manifestantes egipcios se concentran frente al Museo Egipcio en El Cairo.
EFE
Manifestantes egipcios se concentran frente al Museo Egipcio en El Cairo.

Después de cinco días de protestas y decenas de muertos en las calles, el pueblo egipcio ha perdido el miedo frente a un régimen vigente desde hace 30 años. Los soldados egipcios han comenzado a desplegarse en la noche del sábado por las calles de El Cairo y de otras ciudades para hacer frente a las acciones de pillaje que están empañando la revuelta popular que estalló el martes pasado.

La televisión pública egipcia dijo que los efectivos del Ejército se cuentan por miles y aseguró que coordinan sus acciones con voluntarios que han formado comités de barrio para reemplazar a la policía, que prácticamente ha desaparecido de las calles.

Todo ello se produce mientras Egipto sigue a la espera de nuevos acontecimientos políticos y se mantiene la exigencia popular para que el presidente, Hosni Mubarak, de 82 años, en el poder desde hace tres décadas, presente su renuncia y dé paso a nuevos líderes.

Desde la noche del viernes, cuando comenzó a regir el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez, los tres principales focos de las protestas, la Policía se replegó a sus cuarteles y la vigilancia de lugares estratégicos quedó en manos de las Fuerzas Armadas.

Nuevos nombramientos que no contentan a la población

Ese despliegue militar fue ordenado por Mubarak, quien este sábado, en el frente político, nombró a dos generales para ocupar la vicepresidencia de la República, vacante desde 1981, y la jefatura del Gobierno.

Omar Suleimán, jefe de los servicios de inteligencia, se hizo cargo de la vicepresidencia, y el también general Ahmed Shafiq recibió la orden de formar gobierno, tras la renuncia, a petición de Mubarak, del gabinete anterior presidido por el civil Ahmed Nazif.

Estos nombramientos no han satisfecho a los dirigentes de la oposición ni a los egipcios que desde el martes están pidiendo cambios más profundos, pero la preocupación de las últimas horas se ha trasladado al orden público por las escenas de caos en El Cairo y Alejandría, entre otros lugares.

Tiendas, bancos, oficinas públicas, sedes del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) han sido, entre otros, los edificios asaltados por grupos descontrolados, amparados por las protestas políticas que se están desarrollando.

Patrullas ciudadanas armadas

Ante la ausencia de policía, en las calles de El Cairo era evidente esta noche la presencia de grupos de vecinos, armados con palos de madera y barras de acero que están cuidando los bienes públicos y privados para evitar que sufran actos de pillaje.

El Ejército pidió en la tarde del sábado la participación de la población para combatir estos actos, y la televisión pública mostró esta noche grupos de personas detenidas por voluntarios en El Cairo y Alejandría y que han sido entregados a manos del Ejército.

Las imágenes mostraban objetos decomisados como zapatillas deportivas y dinero en metálico, y también armas blancas y palos que portaban los presuntos ladrones cuando fueron sorprendidos por los comandos civiles de vigilancia.

Las acciones de pillaje se extendieron en las últimas horas a importantes hospitales de esta capital, que ya han quedado bajo custodia castrense, y también al Museo Egipcio, el centro mundial más importante de restos faraónicos.

El Ejército vigila esta noche puntos estratégicos de la ciudad, pero también se veían tanquetas militares cruzando los puentes sobre el río Nilo para dirigirse a otros barrios lejanos del centro de la capital.

No se tienen noticias de que los militares hayan intervenido para dispersar a la gente que esta noche seguía en la calle exigiendo la renuncia de Mubarak, a pesar de que el Ejército pidió a la población que respete el toque de queda, vigente desde las 16.00 hora local y que terminará a las 8.00 (las 7.00 h en España).

Este domingo, Egipto vivirá a medio ritmo, porque muchas empresas privadas, como los bancos, permanecerán cerradas. De hecho, el transporte en El Cairo ha quedado restringido, fundamentalmente por las masivas manifestaciones que se desarrollan.

Fuga de presos

Centenares de presos de la cárcel egipcia de Al Fayum se escaparon este sábado después de matar al director del penal, informó el canal qatarí de televisión Al Yazira.

El incidente en ese centro de reclusión, situado a 95 kilómetros al sur de El Cairo, se ha registrado en medio del caos que reina en algunos lugares de Egipto por la retirada de la policía desde la noche del viernes.

Los medios de comunicación egipcios también han informado de la fuga de presos en otros centros de reclusión, aunque se trata de casos no tan numerosas como el de Al Fayum.

Algunos de los reclusos que se han escapado han sido arrestados de nuevo cuando participaban en actos de pillaje, según imágenes de la televisión pública difundidas en la noche del sábado.

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