El ex ingeniero jefe de Carreteras del Consell de Mallorca, Francisco Orejudo, ha asegurado ante la jueza instructora del caso Peaje que un templo de meditación construido en Búger y que la Fiscalía advierte como un chalet levantado con fondos públicos destinados al Palma-Manacor, fue ejecutado en 2007 con las donaciones privadas de los socios de la asociación de filosofía china a la que pertenece la edificación.

Durante su declaración en calidad de imputado ante la titular del Juzgado de Instrucción número 5, Ana San José, Orejudo ha negado de este modo un desvío de dinero del Consell a la construcción de este proyecto, cuyo coste ascendió a unos 300.000 euros, de los cuales él aportó de sus ahorros unos 20.000 como director de la entidad Pachi Tanglang, según han señalado fuentes jurídicas de Europa Press.

Sin embargo, pese a las detalladas explicaciones que el encausado ha aportado durante su extensa declaración, el fiscal Miguel Ángel Subirán ha insistido en inquirirle acerca de si lo que realmente se levantó fue una vivienda y si a ella se destinaron fondos y medios previstos para el desdoblamiento, lo que Orejudo ha rechazado de forma tajante.

Es más, cuando Subirán ha afirmado que "es la primera vez que veo un templo con cocina", el imputado se ha permitido recomendarle que "viaje más y conozca otras culturas" para diferenciar un templo de un chalet, según fuentes presenciales en la comparecencia. Incluso después de que en varias ocasiones el fiscal se refiriera con tono irónico a la edificación como "templo-santuario-vivienda", Orejudo ha acabado por responder: "lo primero, no hay santos, y lo segundo, no es una vivienda urbana, sino un templo".

Inmueble acondicionado para impartir clases de meditación

Y es que, tal y como ha explicado, el inmueble está acondicionado para que en él se impartan clases de meditación y filosofía china, y ha negado por tanto que haya elementos propios de una vivienda como Internet y tomas de teléfono, aunque sí "colchones para tumbarse en el suelo". El Ministerio Público sostiene, por el contrario, que se trata de un chalet que se construyó mediante el inflamiento de facturas por parte de los constructores que llevaron a cabo los trabajos y que a su vez eran subcontratistas de la UTE Desdoblamiento C-715, los hermanos Sebastià y Bartolomé Cloquell, miembros también de Pachi Tanglang.

Precisamente, uno de estos constructores, asistidos por el letrado Llorenç Gomila, manifestó en dependencias de la Policía Nacional que los gastos del levantamiento del templo corrieron a cargo del dinero público destinado al desdoblamiento aunque posteriormente modificaron ante la jueza su versión de los hechos.

Precisamente, sobre estos mismos hechos fue interrogada el pasado 12 de enero como imputada la compañera sentimental de Orejudo, Mónica Florit, propietaria del terreno en el que fue construida la edificación y quien negó en esta misma línea el desvío de fondos al alegar que la ejecución de las obras se llevó a cabo con las aportaciones de los socios.