El conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, considera "muy correcta", ya que dará "más solvencia y seguridad" a las entidades financieras, la medida aprobada por el Gobierno central, mediante la cual se podrá llevar a cabo una nacionalización parcial de aquellas Cajas de Ahorros que no alcancen el umbral máximo de capital que las entidades financieras necesitarán a partir de ahora, y que ha quedado situado en el 8 por ciento de sus activos ponderados por riesgo.

No obstante, este porcentaje podrá ser superior para las entidades que no coticen o que no tengan presencia significativa de inversores privados y cuya dependencia de los mercados financieros se superior al 20 por ciento de sus activos.

Durante un receso de las jornadas parlamentarias del grupo socialista, Manera ha recordado que en Baleares, esta medida, según la cual, el Gobierno, a través del Fondo de Reestruturación Ordenada Bancaria (Frob) podrá tomar participaciones en bancos y cajas de ahorros que no cumplan con las nuevas exigencias de capital a partir de septiembre y por un plazo máximo de cinco años, podría afectar a Sa Nostra, tras la fusión fría con CajaMurcia, Caixa Penedès y CajaGranada, con el fin de crear el grupo Mare Nostrum.

"Este grupo, que tiene una gran capacidad de activos, de hasta más de 70.000 millones de euros, tendrá que entrar dentro de esta lógica, que trata de bancarizar las cajas de ahorros en unos procesos graduales", ha explicado Manera.

El conseller ha precisado que la iniciativa del Ejecutivo central no trata de "nacionalizar" las cajas, sino que se trata de una "política de capitalización" de las mismas, que, en su opinión, "aumentará el porcentaje de seguridad y la solvencia de estas entidades financieras".

Manera ha recordado que, en estos momentos, el sistema financiero está siendo "muy analizado" por los mercados e instituciones económicas, por lo que en España "el reto que se tenía que hacer era la reorganización de las Cajas y eso es lo que se está haciendo".

En este sentido, ha insistido en que la medida del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero va en una línea "muy correcta para dar esta tranquilidad y solvencia", teniendo en cuenta que "aporta más recursos a las Cajas, que los tendrán que buscar en el ámbito privado y, en el caso de que necesiten apoyo público, tendrán que permitir que el Estado entre dentro de sus Consejos de Administración".

Concretamente, las cajas de ahorro tienen hasta el 28 de febrero para comunicar al Banco de España si cumplirán el ratio de capital del 8% exigido. A partir de ahí, el organismo supervisor cuantificará qué cajas no cumplen con este requisito y cuánto capital necesitan.

Así, las entidades tendrán de plazo hasta otoño para capitalizarse. A finales de septiembre, el Banco de España hará un nuevo análisis sobre qué entidades finalmente no conseguirán llegar hasta este nivel y decidirá entonces la entrada del Frob en el capital de estas entidades.

Durante el tiempo en el que el Frob esté en la entidad se acometerá un plan de saneamiento y de reestructutración con el fin de llamar la atención de estos inversores privados, y ejercerá los derechos políticos que le correspondan.