Unos cuarenta trabajadores de Cárnicas Vilaró de Mollerussa (Lleida) han saltado este lunes la valla para encerrarse en la empresa en protesta por la inactividad de la industria, que empezó en julio, y el temor al cierre definitivo.

"Han tenido que saltar la valla y están encerrados en el comedor, que es el único sitio que tiene calefacción", ha asegurado a Europa Press el secretario general de la Federación Agroalimentaria de UGT en Lleida, Antonio Rodríguez.

El presidente del comité de empresa, José María Mané, ha afirmado que los administradores judiciales del expediente concursal de Cárnicas Vilaró le han comunicado que han presentado el expediente de cierre en los juzgados de Girona.

"El encierro es indefinido", ha contado Mané desde el comedor de la planta en el que por la tarde quedaban unos 20 trabajadores. "Habíamos convocado el encierro para los cinco del comité de empresa, pero muchos compañeros han traído sacos de dormir y enseres de aseo para quedarse", ha agregado.

En el primer día del encierro, los que lo han secundado, han comido platos de verdura y tortillas que les han llevado las familias de algunos trabajadores, aunque algunos han preferido hacer fuego y comer longaniza a la brasa.

El grupo Cárnicas Vilaró, dirigido por el empresario Javier Frade, adquirió a Primayor Food el matadero de Mollerussa en 2008 y en marzo de 2010 presentó expediente concursal en el Juzgado Mercantil de Girona, con un pasivo de 99 millones de euros y un activo de 124 millones.

En abril, los administradores judiciales presentaron un expediente de suspensión de empleo y hasta el 27 de julio los empleados trabajaban de manera rotatoria, cuando quedó paralizada la actividad.

El comité, que representa a 58 trabajdores, teme que la empresa sea adquirida por empresarios que no quieran asumir la plantilla.