Han pasado seis años desde que una enorme antorcha de acero iluminara la noche a los madrileños bajo la forma de un coloso en llamas. Era el edificio Windsor, uno de los rascacielos más altos de Madrid, en su último día de vida siendo consumido por el fuego.

Esos mismos peatones que contemplaron aquel suceso pueden volver a pasar por la zona y disfrutar del renacer de la torre, cual Ave Fénix emergiendo de sus cenizas. Lo que verán ahora será un inmueble prácticamente del mismo tamaño (sólo tres metros menos) con forma de cilindro y un sistema de producción de energía solar, al que sólo faltan por rematar las últimas plantas y que ya alberga más de 20.000 metros cuadrados de superficie destinados al comercio.

Esta parte, propiedad de El Corte Inglés, ha ido abriendo al público poco a poco. Ocupa sus siete primeras alturas, mientras que las quince restantes, que llenan más de 14.430 metros cuadrados, terminarán de habilitarse en tres meses para luego ser alquiladas como oficinas. Entonces, los madrileños tendrán un nuevo inquilino de más de 103 metros de altura dentro del skyline de la ciudad, hijo del fuego y las cenizas.

Pese a todo, los hechos bajo los que sucedió el incendio de 2005 aún siguen intrigando a los ciudadanos. Ocurrió en febrero, sorpresivamente y de noche, bajo circunstancias no del todo aclaradas y que supuso el caldo de cultivo de infinidad de teorías y rumores. Sin embargo, todo apunta a que el edificio, construido en los años setenta, no cumplía con todos los requisitos necesarios antiincendios. Tras el siniestro fueron necesarios meses de obras para demoler los restos de acero y cristal que se habían mantenido a salvo.

En 2006, El Corte Inglés adquirió el inmueble. Hubo que esperar más de cuatro años para que se volviera a retomar la construcción de la torre, en la que El Corte Inglés ha invertido 21 millones de euros y le han permitido unir este edifico al espacio comercial ya existente junto al Windsor.

Las tiendas que tiene la firma en la Castellana son las que tienen una mayor facturación entre todos los grandes almacenes con los que cuenta en España, con una media de 35.000 visitas diarias. Dan trabajo a 2.000 personas. Cuando se finiquiten las obras se incorporarán nuevos espacios para distintas marcas, así como una zona de spa y balnearios y otra de alta gastronomía.

Los madrileños podrán volver a disfrutar de otro emblemático edificio de la capital en 2011, junto a la torre Windsor. Es el faro de Moncloa, de 92 metros de altura, cuya remodelación acaba de terminar después de su cerrojazo definitivo de 2008. Abrirá al público en nueve meses, según el Ayuntamiento de Madrid, y albergará un restaurante y una terraza.