Vecinos, compañeros y autoridades políticas han despedido al guardia civil apuñalado presuntamente por el hijo de su pareja este sábado ha recibido sepultura en la iglesia parroquial de Santa Mariña, en su localidad natal, Cambados (Pontevedra).

Así, numerosos familiares —pertenecía a una familia de diez hermanos—, vecinos de Cambados y de Cangas do Morrazo —localidad donde residía con su pareja actual y donde ejerció como subteniente de la Guardia Civil—, y compañeros guardias civiles despidieron a Jorge Fernández Silvoso. También dieron el último adiós policías locales de Cangas y miembros de la agrupación de Protección Civil.

Entre las autoridades que acudieron al entierro, se encontraron la propia alcaldesa de Cangas, Clara Millán, que acudió junto con los demás concejales nacionalistas de la corporación. También asistieron ediles socialistas del gobierno municipal y representantes del PP local. Del mismo modo, el teniente de alcalde de Cambados, Antonio Iglesias, acudió en representación propia y del alcalde, Luis Aragunde, que trasladó el pésame a los familiares en el tanatorio, pero que no pudo asistir al sepelio por un compromiso institucional anterior.

El féretro partió del tanatorio cerca de las 17.00 horas y fue conducido hasta la iglesia parroquial, donde tuvo lugar una Misa solemne. Posteriormente, se llevó a cabo la conducción del cadáver hasta el cementerio, próximo al tanatorio, en donde los asistentes acudieron a pie bajo la lluvia.

La muerte del guardia civil se produjo pasadas las 16.00 horas del sábado, en su piso de la avenida de José María Castro Viejo en el transcurso de una "riña familiar" con el hijo de su actual pareja, Francisco A. M., de 20 años, para quien el juez ha decretado su ingreso en prisión sin fianza como presunto autor de la muerte de la pareja de su madre.