La provincia de Alicante se ha convertido en los últimos meses en tierra de cultivo de marihuana en proporciones desconocidas hasta ahora, en viviendas y jardines privados. Un dato explica porqué: 20.000 euros al mes de ganancia por ocupar 100 metros cuadrados de una casa para que crezca esta planta.

Ese es el beneficio declarado por algunos de los últimos detenidos por la Guardia Civil, en las recientes operaciones en Alicante, con cifras récord de toda España.

«Es cierto que hay un resurgimiento bastante grande de esta droga, en 2009 no había tanto», corrobora Manuel Martínez, de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). «Es raro el término municipal que no tenga alguna plantación detectada», abunda Martínez.

Miles de plantas

En apenas tres meses, se han detectado plantaciones que han situado a Alicante a la cabeza del tráfico de esta sustancia en el país.

El 24 de septiembre, se detuvo a cinco personas que tenían 350 plantas en El Verger. El 15 de octubre, la Operación Errante de la Guardia Civil localizó más de 9.000 entre Gorga, Benilloba y L’Alfàs del Pi, el mayor laboratorio desmontado en toda España hasta ahora. Y el 9 de noviembre y el 15 de diciembre, 600 y 2.200 plantas más en Novelda y en Ondara/Benidorm, respectivamente.

Además de la crisis y la motivación económica, otra explicación hay, según el análisis de los expertos de la Benemérita que siguen el día a día del tráfico de drogas. Es la lucha contra los desembarcos de hachís procedente de Marruecos en la costa.

Un negocio tan floreciente requiere de un cultivo industrial y unos sofisticados sistemas de mantenimiento, para que no se malogre la cosecha. Los efectivos de la Guardia Civil que han entrado en los laboratorios se han encontrado dispositivos de riego por goteo individualizado, control de temperatura y humedad, amplia zona para secado... Los resultados son, por ejemplo, 188 plantas de dos metros y medio de altura en un invernadero intervenido en Almoradí.