El jefe del Ejecutivo considera que el Gobierno, el Estado y el país necesitan al PP para "afrontar el proceso del fin de la violencia" y expresa su disposición a hablar con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, a quien "es probable", dice, que reciba en fechas próximas.

"Soy el primer responsable en hacer el esfuerzo máximo para buscar el concurso del PP, aunque eso exige también algún esfuerzo por parte del PP", ha recalcado Zapatero.

Proceso de paz

El proceso para la paz en Euskadi, según el presidente, no es una cuestión "ni de un día, ni de un mes, ni de un año" y agrega que "no tenemos prisa" porque lo contrario sería "un error histórico".

"Esto exige mucho tiempo, mucha maduración de las cosas, mucha persuasión en la confianza de lo que representa o puede representar un horizonte de paz", prosigue Rodríguez Zapatero, quien dice que el Gobierno y todas las fuerzas políticas "tenemos que estar pensando en un horizonte de tiempo amplio y en una política de Estado".

Al ser preguntado sobre si hay contactos directos o indirectos con ETA, contesta que el Gobierno "dispone de información" y argumenta que es "lógico que la tenga, y más lógico aún que la preserve porque afecta a la seguridad del Estado".

Actitud esperanzada

Se muestra esperanzado sobre el proceso de paz porque estima que "existen unas condiciones mejores que en los últimos treinta años" y que "estamos en una circunstancia nueva".

Una condición indispensable para el fin de la violencia es que "ETA no asesine, ni ponga bombas, ni extorsione, ni haga ningún acto de coacción o vulnere la legalidad", advierte.

Rodríguez Zapatero añade que "es la banda la que tiene que tomar sus decisiones, pero debe saber que sólo tiene un destino: poner fin a esto; cuanto antes, mejor".

"No hay precio por la paz"

Sobre si se ha de pagar un precio por la paz, a través de excarcelaciones o indultos a presos de ETA, asevera que "no hay nada de eso" y que "no hay ni precio, ni hipoteca, ni subasta.

Aquí sólo hay un camino que es la democracia y la legalidad", destaca. Al referirse a críticas de asociaciones de víctimas del terrorismo, argumenta que "humanamente" puede "comprender todo lo que algunos dicen y sienten" pero concluye que su responsabilidad como presidente del Gobierno es "terminar con la violencia".

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