En la ciudad desnuda

Héctor Márquez dice que su personaje favorito es Diógenes, un filósofo ateniense que vivía desnudo en un bidón de basura.
Héctor Márquez dirige La música contada.
Héctor Márquez dirige La música contada.
Ignacio Miguel
Héctor Márquez dirige La música contada.
Alejandro Magno fue a brindarle sus favores y él le pidió que le hiciera el favor de no taparle el sol.Márquez tiene 42 años, es malagueño y no va desnudo. Pero, como su antepasado espiritual, desconfía de todo lo que brilla y persigue la fuente de luz.

Hace 12 años, el diario Sur le encargó unos artículos descriptivos sobre la ciudad. Se trataba de escoger lugares emblemáticos y plasmarlos en una postal escrita.

Márquez tenía 30 años, pero casi debutaba como periodista. Había sido actor, había escrito guiones y catálogos de arte y subsistido de diversas formas. La última, escribiendo para Diario 16 o El País. Tenía poco oficio, pero buena prosa. Además, era curioso y algo insolente. Al final, unos textos ideados para llenar un espacio en la página se revelaron como retratos melancólicos, descarnados, a veces tiernos o desternillantes, de una ciudad poco emblemática pero viva y amenazada por la deshumanización y la desmemoria.

«Málaga es una ciudad siempre en construcción, y quienes especulan persiguen el objetivo de la desmemoria, de la no identificación de los individuos con la ciudad. Por eso es importante escribir nuestras propias postales», dice.

Esos artículos han sido rescatados por la Colección Monosabio en el libro Rutas y atajos, que se presenta esta tarde (20.00 h, Museo Municipal, paseo de Reding, 1).

El tiempo los ha convertido en un testimonio valioso porque algunos de los sitios y personajes que él rescata para la memoria ya no existen, y eso no significa que no nos pertenezcan.

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