El contrato de adquisición y suministro de alimentos se realizó por primera vez en el año 2009, después de que el Ejecutivo central rechazara la petición del Consistorio valenciano de proveer una ayuda de un millón de euros para procurar alimentos a las familias afectadas por la crisis, han recordado las mismas fuentes.

La Concejala de Bienestar Social e Integración, Marta Torrado, ha explicado que "un año más, desde el Ayuntamiento de Valencia se va a llevar la iniciativa, procurando atender a las personas residentes en la ciudad que viven situaciones de grave precariedad económica al verse afectadas por la crisis, para ello se ha renovado el contrato para adquirir y distribuir una serie de alimentos básicos para estas personas y familias".

El objeto de este contrato es la adquisición y suministro de alimentos a entidades sin ánimo de lucro, para que los distribuyan a su vez a la población afectada por la situación de crisis dado su escaso poder adquisitivo, mediante centros de distribución y comedores sociales, que dependerán de las siguientes entidades benéficas: Asociación Valenciana de la Caridad, Misión Evangélica Urbana, Cáritas y Banco de Alimentos.

Según Torrado, "el Consistorio asume el compromiso de sufragar los gastos de adquisición y distribución de alimentos, para lo que se ha habilitado una partida de casi un millón de euros en el presupuesto municipal, mientras que las entidades citadas se dedicarán al almacenamiento y distribución de los productos alimentarios entre las familias y personas más necesitadas".

El Consistorio, recibirá mensualmente un listado certificado donde se relacionen los alimentos suministrados junto a las necesidades calculadas para el siguiente mes, ha concluido.