La Audiencia de Cantabria ha condenado al ciudadano colombiano Y.F.B. por un delito contra la salud pública a tres años y medio de prisión, en una pena que este ha aceptado sustituir por otra de expulsión del territorio nacional durante un período de diez años.

En diciembre de 2005, la Policía entró en su domicilio de Santander, donde se incautó de una serie de útiles relacionados con el tráfico de cocaína, como una bolsa de plástico con recortes circulares, y varios teléfonos móviles y cargadores.

Durante ese año, el acusado, sin antecedentes penales y en situación irregular en España, se dedicó a la venta a terceros de cocaína, tal y como además reconoció en el juicio.

Y.F.B. admitió los hechos y sólo se mostró en desacuerdo con la pena, que prefirió sustituir por la expulsión del territorio nacional, medida por la que se optó al tener en cuenta que no se le incautó droga ni era proveedor de estas sustancias.