Un 67% de vascos dice sentir el efecto de la crisis y un 71% cree que Gobierno vasco hace "poco o nada"

El empleo es la principal preocupación, seguido de las desigualdades, mientras que la violencia se sitúa en mínimos históricos

Un 67 por ciento de los ciudadanos vascos dicen sentir los efectos de la crisis económica y un 71 por ciento piensa que el Gobierno vasco está haciendo poco o nada para hacer frente a este escenario. Un 60 por ciento de los ciudadanos vascos tienen esa misma opinión respecto a la actuación de las diputaciones forales, según la oleada de otoño del Euskobarómetro referida al mes de noviembre.

El estudio, que el equipo del Euskobarometro de la UPV/EHU realiza de manera semestral, recoge la opinión de los 1.200 ciudadanos entrevistados en sus domicilios entre el 18 de octubre y el 12 de noviembre.

En concreto, algo menos de dos de cada tres vascos (62%) consideran que 2010 ha sido un buen año en lo personal, mientras que el resto trasladan una experiencia negativa (16%) o expresan escepticismo (22%), tras un claro retroceso del optimismo en el último semestre (- 7 puntos), derivado del impacto personal de la crisis.

Un 64 por ciento de los vascos cree que la situación económica española es mala, mientras que un 38 por ciento tiene esa misma opinión sobre la economía vasca.

El 46 por ciento cree que la situación en Euskadi es regular y un 15 por ciento buena, mientras que se reducen a un 3 por ciento los que piensan que la evolución económica española es buena y a un 30 por ciento las que la consideran regular.

Efectos de la crisis

En concreto, dos de cada tres vascos (67%) dicen sentir los efectos de la crisis y son algo más de un tercio (37%) los que la perciben con mayor intensidad, con un incremento semestral de cinco puntos de estos últimos y, especialmente, en Bizkaia, que llegan al 40 por ciento. Los efectos que más se dejan sentir están relacionados con el paro (32%), la economía doméstica (16%) o la reducción de ingresos (12%).

Respecto a la valoración de la actuación de las instituciones, un 48 por ciento cree que el Gobierno vasco está haciendo "poco" y un 23 por ciento "nada" ante la crisis, lo que da un porcentaje global del 71 por ciento. Un 17 por ciento creen que hace mucho y un 12 por ciento no sabe o no contesta.

En el caso de las Diputaciones forales, es un 60 por ciento de vascos los que piensan que estas instituciones hacen poco (41%) o nada (19%). Un 21 por ciento consideran que hacen mucho o bastante y un 19 por ciento no se pronuncian.

La labor de la Diputación foral de Gipuzkoa es la más valorada, ya que un 22 por ciento de los encuestados cree que hace "mucho o bastante" ante la crisis, mientras que en la de Bizkaia ese porcentaje es del 21 por ciento y en Alava del 18 por ciento.

Un 58 por ciento piensa que la Diputación de Bizkaia hace poco o nada, mientras que, en el caso de la institución foral de Gipuzkoa, esa opinión la tiene un 61 por ciento de los encuestados y en la de Alava un 69 por ciento.

Principales preocupaciones

El empleo es la principal preocupación de los vascos y es citada por el 55 por ciento de los vascos, un tres por ciento más que en el úlltimo semestre.

Le siguen un conjunto de problemas, que se han agrupado bajo el epígrafe de "desigualdades sociales y bienestar" (17%), tras un incremento semestral de dos puntos. La preocupación genérica por la situación económica ocupa la tercera posición (15%) con un ligero retroceso, que ha sido compensado con los anteriores problemas y a mayor distancia se sitúa la preocupación por la situación política (3%) o la vivienda (2%), manteniéndose la violencia (2%) en un mínimo histórico, tras retroceder seis puntos en el último año, y la inmigración con un 1 por ciento.

En el Euskobarómetro también se hace mención a la opinión de los ciudadanos sobre la construcción del Tren de Alta Velocidad y un 66 por ciento expresa su apoyo a este proyecto, un 19 por ciento lo rechaza y uno de cada diez no se pronuncia.

El apoyo es claramente mayoritario en todos los electorados democráticos (desde el mínimo del 61% de EA al máximo del 91% del PSE-EE), mientras que el rechazo se centra en el electorado de la izquierda abertzale ilegalizada (77%), mostrándose el de Aralar dividido a favor y en contra (39%) y habiendo mayores "reticencias" entre los votantes nacionalistas y de EB.

Sin embargo, la opinión pública vasca roza la unanimidad (84%) a la hora de rechazar los ataques y sabotajes contra las obras o las empresas que trabajan en su construcción. Tan solo el electorado de la izquierda abertzale ilegalizada muestra "un cierto apoyo" (37%), pero son más lo que, en su seno, expresan su rechazo (40%), "reflejando su profunda división con respecto a las estrategias violentas".

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