El 53 por ciento de las trabajadoras autónomas inmigrantes de Castilla y León no ha recibido información sobre riesgos laborales a los que se encuentra expuesta en su lugar de trabajo y el 51 por ciento de las mismas no se realiza reconocimientos médicos.

Así se pone de manifiesto en el estudio 'Condiciones de trabajo y situación a nivel preventivo de las trabajadoras autónomas inmigrantes en Castilla y León', realizado por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) y el Centro de Seguridad y Salud Laboral de Castilla y León, dependiente de la Junta.

Según este análisis, el 51 por ciento de las mujeres autónomas inmigrantes que no se realiza reconocimientos médicos alega que no lo hace por considerar que la salud que tiene es buena.

No obstante, un 42 por ciento sí realiza estos reconocimientos, pero específicos en su mayoría, relacionados con revisiones rutinarias básicamente de índole ginecológico o porque sufren algún tipo de patología específica y deben acudir al especialista con una periodicidad marcada.

En cuanto a la conciliación de la vida familiar y laboral de estas empleadas, el horario que tienen no sigue un patrón específico, ya que ocho de cada diez trabajan más de 35 horas a la semana y, en algunos casos como en el sector de la hostelería, alcanzan más de 80 horas semanales.

Además, un 88 por ciento de las encuestadas siente gran preocupación por la conciliación entre su trabajo y sus tareas domésticas, debido a que son ellas mismas las que llevan esta sobrecarga de forma diaria.

Dolores cervicales y lumbares

En cuanto a los riesgos físicos y psicológicos de las autónomas inmigrantes, los dolores cervicales y los lumbares, con un 78 y un 61 por ciento de incidencia respectivamente, son los que más padecen estas mujeres.

Además, este tipo de padecimientos también tiene una relación directa con el estrés o la tensión emocional.

La fatiga visual es otro condicionante a tener en cuenta que sufre un 49 por ciento de encuestadas y un 40 por ciento padece en numerosas ocasiones dolor de cabeza.

En este sentido, un 59 por ciento de las mujeres estuvo sometida a situaciones estresantes en el lugar de trabajo durante las últimas cuatro semanas anteriores a la realización del estudio y el 34 por ciento asegura que ha padecido este tipo de situaciones en numerosas ocasiones.

Falta de formación

En principio, las carencias en el ámbito preventivo que sufren estas mujeres son muy similares a las que padecen las autónomas autóctonas de Castilla y León, con la diferencia de que las inmigrantes tienen unos índices mayores en lo referente a la falta de formación e información preventiva.

Los principales rasgos del estudio fueron expuestos hoy en León por la responsable de ATA en el área de Prevención, María Jesús Pérez, que estuvo acompañada por la coordinadora de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Castilla y León, Yolanda Ferreras y el director del Centro de Seguridad y Salud Laboral de Castilla y León, José Miguel García.

Ambas entidades han desarrollado durante la presente anualidad otras iniciativas de manera conjunta además del mencionado estudio, como las guías 'Intervención preventiva frente a las nuevas enfermedades emergentes de índole psicosocial en el colectivo de trabajadoras autónomas' y 'Buenas prácticas preventivas dirigidas a la prevención de accidentes de tráfico por carretera en el colectivo de autónomos del sector transporte'.