El 35 por ciento de los gallegos afirma sentir desconfianza frente a los inmigrantes residentes en la Comunidad, mientras que casi 1 de cada 4 inmigrantes asegura ser tratado con desconfianza por parte de los nativos a pesar de que el 64 por ciento de los gallegos ve "positiva" la inmigración para la economía gallega y española.

Así se desprende de los datos del Barómetro de la Inmigración 2010, el primer estudio realizado por la Xunta sobre las actitudes hacia los inmigrantes en la Comunidad, y que ha presentado este martes el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba.

Según recoge el informe, tanto los gallegos como los inmigrantes sobrevaloran la presencia de ciudadanos extranjeros en la Comunidad, dado que el 69 por ciento de los nativos y el 71 por ciento de los extranjeros creen que en Galicia residen un 10 por ciento de población inmigrante, cuando, en realidad, esta cifra no llega al 5 por ciento.

Casi la totalidad de los extranjeros consultados afirma tener un trato habitual con los gallegos, y el 45 por ciento asegura además que esta relación ha mejorado últimamente. Por su parte, el 59 por ciento de los gallegos trata a menudo con inmigrantes, fundamentalmente en su centro de trabajo.

El 51 por ciento de los gallegos afirma ser tolerante con los inmigrantes, a pesar de que únicamente el 25 por ciento de estos lo percibe realmente; y más de la mitad de los autóctonos —el 57 por ciento— considera que los inmigrantes en la Comunidad están "bastante o muy integrados", sobre todo en el caso de los provenientes de América latina. En el ámbito de los inmigrantes, se iguala el porcentaje —47 por ciento— de los que se ven bastante o muy integrados y los que se ven poco.

Más amables

El 56 por ciento de los gallegos ve a los inmigrantes como gente más amable, el 53 por ciento los ve más patriotas y el 51 por ciento más solidarios, aunque el 55 por ciento cree que son más machistas y el 20 por ciento considera que las mujeres inmigrantes padecen más violencia de género.

A pesar de la percepción de que hay bastante población inmigrante, los gallegos no creen que su presencia colapse los servicios sanitarios y únicamente un tres por ciento cree que dificulta el desarrollo educativo en las aulas.

En cuanto a las condiciones legales de la convivencia, el 63 por ciento de los gallegos y el 58 por ciento de los extranjeros vincularían el permiso de entrada de nuevos inmigrantes a que tengan asegurado un puesto de trabajo, aunque en materia de regulación de los ya residentes, el 61 por ciento de los extranjeros cree que el proceso sería positivo tengan o no trabajo, algo que rechaza el 52 por ciento de los gallegos.

Elementos de integración

Tanto gallegos como inmigrantes ven en el idioma y la cultura común un factor de integración, lo que hace que los vistos como más integrados sean los extranjeros provenientes desde Iberoamérica, seguidos de los de Europa del este y África.

En este sentido, el subdirector xeral do Retorno, Antonio Aguarón, ha hecho hincapié en la necesidad de poner en marcha programas de formación en idioma para fomentar la integración de los inmigrantes, al tiempo que ha anunciado una campaña que se pondrá en marcha próximamente orientada a los niños.

Ambos responsables autonómicos, que recordaron que Galicia es "un país acogedor", incidieron en la necesidad de trabajar para detectar y evitar situaciones de racismo y exclusión ante la población inmigrante, motivo para el cual señalaron que se continuará en próximos años realizando este tipo de estudios.

Entre las medidas futuras, Aguarón ha destacado el desarrollo de un Plan de Acción en el ámbito de la inmigración, campañas de sensibilización y cursos de formación en ámbitos de igualdad y consumo, al tiempo que ha instado a la población extranjera a "hacer una labor de integración", en ocasiones dificultada por "la añoranza del regreso" a su país natal.