El presidente de Navarra, Miguel Sanz, ha inaugurado una planta de biogás en las inmediaciones del polígono Elordi de Iraizotz, en Ultzama. Se trata de un proyecto impulsado por el ayuntamiento del valle, que ha contado con una subvención de 2,2 millones de euros del Gobierno de Navarra, a través de los departamentos de Desarrollo Rural y Medio Ambiente (1,3 millones de euros) e Innovación, Empresa y Empleo (908.199 euros).

La construcción de la planta ha supuesto una inversión de 5.173.012 euros. En el acto han participado también los consejeros de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, y de Innovación, Empresa y Empleo del Gobierno de Navarra, Begoña Sanzberro y José María Roig, respectivamente, así como el alcalde del Valle de Ultzama, Francisco Pérez Arregui, y el gerente de la planta, Xavier Ripa Morena.

El presidente y los consejeros han visitado, además, en el polígono industrial de Elordi, la planta de cogeneración y la industria de lácteos Goshua, una de las empresas que se sirve de la electricidad de la planta de biogás.

El proyecto que se inaugura permite aprovechar y transformar los resíduos ganaderos (purines) en biogás para la producción simultánea de electricidad renovable y calor. Cabe señalar que los purines generados por las explotaciones vacunas y ovinas, si no se gestionan adecuadamente, pueden generar problemas ambientales como la contaminación de aguas subterráneas y superficiales por nitratos, y la emisión de gases de efecto invernadero por metano (20 veces más contaminante que el CO2). El biogás se considera una gran materia prima de alto valor por contener un alto pocentaje de metano. Se utiliza para la generación de energía eléctrica y térmica.

Con la construcción de esta planta, cuyos beneficios se extienden también a los valles de Basaburua y Odieta, se consigue evitar la contaminación por purines, ya que se eliminan los purines de 3.000 vacas de los tres valles; estabilizar los resíduos ganaderos y dar rentabilidad económica a un recurso a deshechar; reducir olores así como el efecto invernadero; producir electricidad y calor que va a ser vendida a dos empresas del polígono industrial Elordi mediante contratos, además de abono orgánico para los campos, dentro del proceso de la propia planta; crear puestos de trabajo en la zona, y dar resolución a un problema, los purines, en un momento en que la normativa europea medioambiental impone limitaciones para su vertido en el campo, según ha informado el Gobierno.

El proyecto fue galardonado en la sexta edición de los premios de buenas prácticas de Desarrollo Local Sostenible de Navarra.