Este martes comienza en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña el juicio contra un vecino del municipio coruñés de Coristanco, de 78 años, acusado de matar, en agosto de 2009, a su ex mujer. El juicio, que se celebrará con jurado popular, está previsto que se prolongue hasta este jueves, día 16.

El hombre confesó haber asesinado con una maza a su ex mujer, con la que compartía domicilio pese a su separación. No obstante, alegó que la víctima lo había amenazado con un cuchillo.

Por un delito de asesinato, el abogado del Estado pide una condena de 15 años de prisión, que la Fiscalía eleva a 17 años. También ejercen la acusación particular ocho de los nueve hijos que sobreviven del matrimonio. Cinco solicitan penas de 19 años de cárcel y otros tres de 25 años ya que reclaman que se tengan en cuenta las agravantes de alevosía y ensañamiento.

Además, reclaman indemnizaciones que oscilan entre los 20.000 euros y los 80.000 euros por daños morales para cada hijo. La Fiscalía, por su parte, solicita indemnizaciones por importe de 15.000 euros para cada uno de ellos.

Reiterados golpes

Según las acusaciones, el procesado, que ya había sido condenado en Francia por agredir sexualmente a una de las cuatro hijas del matrimonio, mantuvo una discusión con su ex esposa, de 74 años, en la vivienda que ambos compartían en Coristanco, a pesar de que se habían divorciado en los años 80 en Francia. No obstante, al parecer, lo acogía en su domicilio porque le daba "pena" al tratarse del padre de sus hijos.

Asimismo, sostienen que, tras coger una maza, golpeó a su ex mujer de forma sorpresiva en el pecho y, en varias ocasiones, hasta ocasionarle la muerte. Posteriormente, el presunto autor de los hechos hizo la maleta y llamó a un taxi para que lo trasladase hasta A Coruña.

Durante el viaje le confesó al taxista, que era conocido suyo, que había matado a su ex mujer y le dijo que se iba a entregar a la Policía, pero que antes pararía a tomarse unos vinos.