Están por todas partes y dificultan el día a día de los madrileños, que se las encuentran nada más poner un pie en la calle. Las hojas de los árboles, en plena fase de caída, se acumulan en las aceras y atrancan las 73.000 alcantarillas de la capital convirtiéndolas en una trampa "especialmente peligrosa con la lluvia", según denuncian los vecinos y las federaciones de servicios públicos y saneamiento urbano de los sindicatos UGT, CC OO y CSI-F.

La decisión del Ayuntamiento de Madrid de suprimir este año la campaña especial de recogida de la hoja empieza a pasar factura a los madrileños. "En la Glorieta de Bilbao las hojas están atascando las alcantarillas", se queja la lectora Marta del Real en una carta remitida a 20 minutos. La decisión de no reforzar el servicio de limpieza este otoño se anunció en octubre y supondrá un ahorro de 2,7 millones a las arcas municipales.

El viento y la lluvia de los últimos días han venido a complicar la situación, según reconocen los barrenderos que, a pie de calle, intentan suplir el trabajo que, hasta el año pasado, hacían las patrullas especiales de recogida. "El aire ha tirado las hojas que quedaban en los árboles y el agua ha mojado las del suelo, convirtiendo las aceras en pistas resbaladizas. Es muy peligroso", denuncian los operarios.

Pero los problemas no se ciñen a un puñado de distritos a evitar. Según la Federación de Asociaciones de Vecinos (Fravm), la avenida de Pablo Neruda (Puente de Vallecas), el paseo de Villaverde Alto, las inmediaciones del parque de la Cuña Verde (Moratalaz), la zona de Villa Rosa (Hortaleza), Aluche (Latina), Las Águilas (Carabanchel) o la avda. de Monforte de Lemos y la avda. de la Ilustración (Fuencarral) o San Blas son sólo algunos ejemplos de un problema que afecta tanto a los distritos de la periferia como a los del centro de la capital.

"En el paseo de la Castellana, en Recoletos, en la calle Alcalá o en Manuel Becerra hay paseos con árboles de alineación, muchos son de hoja perenne pero otros muchos son de hoja caduca", matizan también desde el Foro de la Movilidad Sostenible, donde insisten en que las «personas mayores son las más vulnerables», cuando salen a pasear y corren el riesgo de resbalar con las hojas. Por eso, animan a todos los afectados a que no duden en denunciar al Ayuntamiento de Madrid en caso de que tengan la mala suerte de caerse por culpa de las hojas sin recoger.

Algo que podría hacer Sandra Alonso, una mujer de 57 años que el martes se cayó en la confluencia de las calles Alcalá con Montera mientras realizaba unas compras. "Me rompí el abrigo y me di en la cabeza contra la acera. Este viernes voy a ir al médico porque sigo con dolores", contaba este jueves a este diario. "Las aceras se vuelven peligrosas. Y no sólo son los resbalones, sino que no se puede limpiar la suciedad que hay debajo de las hojas", explicaban desde el grupo municipal del PSOE.

Por su parte, desde el Ayuntamiento de Madrid reconocen que este año "se está concentrando la caída de la hoja en un periodo de tiempo más corto", pero "esta última semana se han modificado los servicios para poder atender la caída de las hojas debido al viento y a las fuertes lluvias. En un mes se ha recogido casi el doble que en el mismo periodo del año pasado", dijeron.

Los problemas con el servicio de limpieza, que gestiona la concejala Ana Botella, no son nuevos. Los sindicatos aseguran que se arrastran desde "verano", cuando dejaron de cubrirse las suplencias. Desde entonces, los operarios hacen lo que pueden para que el aspecto de la ciudad se deteriore lo menos posible, pero no siempre lo consiguen. "Todo está muy sucio, es el aspecto general que ofrece la ciudad", dicen desde la Fundación para el Progreso de Madrid.