Conocido sobre todo por las formas de las mujeres que crea, el escultor Antonio Campillo ha dedicado gran parte de su vida artística a los cuerpos femeninos que a él le inspiran. Sus mujeres esculpidas son robustas, con curvas muy naturales y maternales. Dice que se basa muchas veces en las mujeres que ve tumbadas al sol en las playas del Mar Menor, que no son precisamente las que responden a los cánones de belleza actuales dictados por la sociedad.
En la colección, inaugurada esta semana, se reúnen también obras menos conocidas del autor, como las de su primera época, en la que realizaba esculturas religiosas y trabajaba en la restauracion de las tallas de algunas iglesias.
El propio escultor, ayer en la inauguración de la muestra, abrió los ojos como platos al reencontrarse con sus primeras obras religiosas, en las que, eso sí, reconoció sus inicios, su estilo inicial. Unas formas que con el paso del tiempo le han llevado a convertirse en uno de los artistas protagonistas de nuestro tiempo.
* Iglesia desacralizada de San Esteban. Calle Acisclo Díaz, Murcia. Hasta el 20 de marzo. Entrada gratuita.
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