En el año 2005, 20 bares de la ciudad fueron denunciados por permitir el consumo de estupefacientes en su interior, según informó a 20 minutos el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández. En el resto de la provincia fueron seis, entre ellos el polémico afterhour El Pinar, de Tarazona.

Este fue el resultado de un plan de vigilancia que puso en marcha el Gobierno en Aragón el año pasado para controlar el consumo de estupefacientes en las zonas recreativas y de ocio.

De los 26 expedientes abiertos a bares en la provincia de Zaragoza el año pasado, 12 fueron resueltos con multas que variaron de los 301 euros a los 30.000, cuando la sanción era grave o acumulaban, por ejemplo, media docena de denuncias.

Obligados a cerrar

Además, otros dos bares –el Enlace y el Flash– fueron obligados a cerrar, aunque ambos propietarios han recurrido esta decisión ante un juez. Y otros cuatro expedientes han quedado archivados porque no se han encontrado pruebas para sancionarles. El resto (10) están pendientes de resolver.

Además de estas denuncias, en 2005 la Policía denunció a 19 bares y afterhours más por problemas relacionados con el ruido y el horario de cierre. Todas ellas se rigen por la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana.

Vigilancia policial en los institutos

Los institutos y colegios también están en el punto de mira de la Policía. Desde principios de enero, un total de 120 agentes locales, 200 nacionales y 205 Guardias Civiles vigilan los centros educativos para evitar que el consumo de drogas entre los jóvenes aumente, de acuerdo con el plan puesto en marcha por el Gobierno central. En Zaragoza, hasta el momento, sólo se han incautado pequeñas dosis de hachís y pastillas a algunos alumnos a la salida de clase. La única detención de un presunto traficante tuvo lugar en Jaca el pasado mes.