El portavoz del Partido Popular en el Senado, Pío García-Escudero, ha asegurado que "el sector agrario nunca ha estado en la agenda política, ni entre las prioridades de Zapatero, y eso, por desgracia, se nota, porque para el mundo rural, como para el conjunto de la actividad económica, la verdadera prima de riesgo que pesa sobre España es la del nefasto Gobierno y su lamentable legado".

García-Escudero, que ha clausurado una jornada agraria del PP, en Ciudad Real, ha manifestado que "aunque a este Gobierno le queda poco tiempo, todavía puede hacerle más daño al mundo rural, sobre todo cuando los próximos meses van a ser cruciales para la negociación de la futura PAC", ha informado el PP en nota de prensa.

Ante la "importancia" de esta negociación, y a la vista del "escaso peso internacional" de la España de Zapatero, el portavoz 'popular' le ha exigido al Gobierno socialista "que fije una posición negociadora clara, de acuerdo con los gobiernos autonómicos, con las organizaciones agrarias y con las fuerzas parlamentarias, y que luego la sostenga con firmeza en Europa".

Según el portavoz 'popular', la agricultura y la ganadería son un sector estratégico. Así, ha recordado que ese carácter estratégico, desde un punto de vista formal y legal, ha sido reclamado por su Grupo Parlamentario, en diversas mociones parlamentarias que han resultado aprobadas, para que el Gobierno trate a estas importantes actividades como se merecen.

García-Escudero ha expresado que este sector en España da trabajo a más de cuatro millones de personas y factura más de 100.000 millones de euros. "Por eso es inconcebible hablar de economía sostenible, sin tener muy presente al sector agroalimentario", ha indicado.

Igualmente, ha recordado que "el suministro alimentario seguro y de calidad" y "la gestión responsable de los recursos naturales y su preservación" son dos asuntos que están relacionados directamente con la existencia de un mundo rural fuerte y apoyado.

La caída de la renta agraria

García-Escudero ha ofrecido cifras indicando que, desde su máximo en 2003, la renta agraria ha bajado un 12% en España. "La bajada en Castilla-La Mancha es aún mayor: un 30% en cinco años", ha precisado, al tiempo que ha añadido que en esta región 14.700 agricultores y ganaderos han abandonado su actividad; 9.000 explotaciones han cerrado; y el paro agrario se ha triplicado.

En el repaso de los problemas del sector, el portavoz 'popular' ha explicado que éstos radican, sobre todo, en la caída de los precios en origen, que "poco tienen que ver" con los del producto final que llega al consumidor, y en la subida de los costes de producción, agravados por el aumento de la presión fiscal, especialmente por la subida del IVA, o el incremento de tarifas eléctricas.

"Todo esto no por culpa de la meteorología, sino por responsabilidad del Gobierno socialista", ha señalado García-Escudero, quien ha afirmado que la consecuencia de todo esto ha sido una "alarmante pérdida" de poder adquisitivo de agricultores y ganaderos, castigados además, en muchos casos, por el endeudamiento y las enormes dificultades para poder financiarse.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, en medio de este panorama, ahora está sobre la mesa la reforma de la PAC. "De hecho ahora entramos en el momento decisivo de la negociación del marco comunitario de la política agraria para los próximos años, y paralelamente, en los próximos meses, deberán negociarse las Perspectivas Financieras para el 2014-2020, algo fundamental si tenemos en cuenta que aproximadamente el 40% del Presupuesto de la Unión Europea va al capítulo agrícola", ha agregado.

El portavoz del PP ha insistido en que "es mucho lo que ahora nos jugamos, y por eso nos preocupa que un Gobierno tan desorientado y tan débil como el de Zapatero sea, precisamente, el que deba llevar a cabo estas negociaciones. Desde luego, los precedentes son para alarmarse: todos recordamos la pésima negociación que hizo Zapatero cuando hubo que aprobar las Perspectivas Financieras del período 2007-2013".

García-Escudero ha apuntado que, mientras que entre 2002 y 2004 España tenía con la Unión Europea un saldo positivo anual de 8.000 millones de euros, ahora se ha reducido a menos de 1.800 millones. Así, sobre las ayudas recibidas por el sector agrario español, ha señalado que las cifras también son negativas, y ha explicado que comparando la media anual de los tres últimos años con la del último trienio del Gobierno del PP, se puede comprobar que el campo español ha percibido 717 millones de euros anuales menos.

Gobierno sin peso internacional

Según el dirigente nacional del PP, "son las cosas que pasan cuando se carece de peso internacional: el otro día Zapatero no encontraba su sitio cuando tenía que fotografiarse entre los jefes de gobierno de la Cumbre de la OTAN. La verdad es que lleva seis años buscando un sitio en Europa y va a marcharse sin haberlo encontrado", ha argumentado.

Así, García-Escudero ha lamentado que hoy por hoy "los españoles no conocemos cuál es la posición negociadora del Gobierno ante la reforma del PAC, ni cuáles son sus prioridades o cuál es su estrategia".

Sin embargo, ha recordado que "si sabemos que Francia y Alemania han acordado una posición común con vistas a la negociación, al margen de España", lo que resulta bien distinto de la negociación de la Agenda 2000, "cuando España sí estaba en el corazón de Europa", en la que aquel Gobierno del PP actuó en coordinación con Francia y Alemania.

Ante este contexto, el jefe de los senadores 'populares' ha asegurado que "nos jugamos mucho en el anunciado cambio de criterios para el reparto de ayudas, y debemos negociar con habilidad si no queremos salir perjudicados".

Finalmente, García-Escudero ha precisad, por ejemplo, que es necesario que el Gobierno garantice una competencia en condiciones de igualdad, exigiendo a los productos importados idénticos requisitos que los que nos impongamos a nosotros mismos.

Del mismo modo, ha propuesto que la futura PAC no pueda pasar por alto, o sin la suficiente atención, la mejora de la transparencia en la cadena de valor de los productos. "Es preciso acabar con esa enorme desproporción entre precios de producción y precios finales al consumo", ha concluido.